REDACCIÓN / GRUPO CANTÓN
Washington D.C. – En la noche de este martes, con los resultados parciales de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, Donald Trump lideraba la carrera con 230 votos electorales, mientras que su oponente, la actual vicepresidenta Kamala Harris, sumaba 192 votos electorales. Con un estimado de 58 millones de votos a favor de Trump y más de 53 millones para Harris, los resultados reflejaban una competencia cerrada, aunque aún quedaban varios estados clave por definir.
A las 10:30 p.m. (hora del este de EE. UU.), los votos de varios estados pendientes de contabilizar, como Pensilvania, Georgia, Nevada y Arizona, mantenían en vilo a la nación. Estos estados, debido a sus significativos valores en el sistema electoral, serán determinantes para decidir quién alcanzará los 270 votos electorales necesarios para la victoria.
Trump había logrado importantes victorias en estados tradicionalmente republicanos como Florida, Ohio y Texas, consolidando su ventaja en el Sur y el Centro del país. En Florida, por ejemplo, el expresidente obtuvo una cómoda victoria que le permitió asegurar sus 29 votos electorales. Ohio, con 18 votos electorales, también se inclinó a su favor, lo que sumó a su creciente número de votos. Además, Trump se mantenía fuerte en otros estados clave como Carolina del Norte y Iowa, en los que sus seguidores lograron llevarlo a la delantera en las primeras horas de la noche.
Por otro lado, Kamala Harris, quien se postuló como candidata presidencial por el Partido Demócrata, había logrado importantes victorias en estados cruciales como California, su hogar, que otorgó 55 votos electorales, y New York, con 29 votos, ambos de gran peso en el sistema electoral estadounidense. Harris también había asegurado estados como Colorado y Oregon, que aportan importantes votos electorales a su total.
A pesar de los avances de Trump en varios estados clave, la contienda seguía siendo dinámica. Pensilvania, que con sus 20 votos electorales se considera un estado pendular esencial para el resultado final, todavía no había sido decidida a esa hora. Georgia y Arizona, dos estados históricamente republicanos que han mostrado un cambio en sus tendencias en las últimas elecciones, seguían siendo áreas de incertidumbre, con ambos candidatos muy cerca en los números.
El voto por correo y los retrasos en el conteo por la pandemia de COVID-19 y el aumento del voto anticipado complicaban aún más las estimaciones. Mientras tanto, algunos estados, como Nevada y Michigan, aún contaban con papeletas por contar debido a la gran cantidad de votos enviados por correo, lo que podría cambiar las proyecciones en las horas siguientes.
En resumen, aunque Donald Trump lideraba el conteo con una ventaja significativa en términos de votos electorales, la carrera presidencial seguía siendo incierta, y los resultados de los estados clave serían fundamentales para determinar al ganador. La contienda, por lo tanto, permanecía abierta y el cierre de las urnas en los próximos estados podría redefinir las proyecciones a medida que avanzaba la noche.