REDACCIÓN / GRUPO CANTÓN
El presidente electo critica las tarifas y llama a la cesión del canal un error, mientras que el presidente de Panamá rechaza la idea
Phoenix, Arizona. En su primer gran mitin desde su victoria en las elecciones de noviembre, Donald Trump dejó entrever que su futuro gobierno podría intentar recuperar el control del Canal de Panamá, un territorio que Estados Unidos cedió a Panamá en 1999. Durante su intervención en el evento conservador AmericaFest de la organización Turning Point USA, en Arizona, Trump argumentó que a los barcos que transitan por el vital canal se les cobran tarifas “ridículas” y lamentó que Estados Unidos hubiera cedido el control del canal “tontamente” a su aliado centroamericano.
Estas declaraciones provocaron una inmediata reacción de rechazo por parte del presidente panameño José Raúl Mulino, quien asumió el cargo en abril tras una campaña proempresarial. Mulino calificó las palabras de Trump como un “agravio a la soberanía” de Panamá, subrayando que el canal, aunque vital para el comercio internacional, forma parte del territorio panameño desde que se firmó el tratado de 1977, el cual culminó con la transferencia de su control en 1999.
El comentario de Trump sobre el Canal de Panamá fue solo uno de los temas abordados durante su discurso ante una multitud de más de 20,000 personas. En su intervención, el presidente electo republicano reafirmó su promesa de construir una “economía en auge” bajo su administración, destacando su compromiso con el cierre de las fronteras de Estados Unidos y la resolución rápida de los conflictos internacionales en Oriente Medio y Ucrania. Trump proclamó: “Puedo proclamar con orgullo que la Edad de Oro de Estados Unidos está por llegar”, señalando un espíritu renovado entre sus seguidores.
A pesar de las tensiones internas dentro del Congreso, donde algunos republicanos han desafiado sus peticiones, Trump destacó la unidad dentro de su partido, especialmente en el marco de su reciente mitin. También negó las insinuaciones de que el empresario Elon Musk tuviera una influencia desmedida en su administración, afirmando rotundamente: “Él no va a ser presidente”.
El discurso de Trump en Phoenix se centró en la idea de un regreso a la unidad nacional y la esperanza de que, a pesar de la polarización política, incluso los demócratas eventualmente se unirán a su causa. En cuanto al tema del Canal de Panamá, Trump recordó que Estados Unidos construyó la obra monumental en los primeros años del siglo XX para facilitar el tránsito comercial y militar entre los océanos Atlántico y Pacífico, antes de cederlo bajo el tratado con Panamá.
La controversia sobre el canal resalta la continua tensión entre las decisiones históricas y las visiones contemporáneas sobre la política exterior estadounidense. Sin embargo, la propuesta de Trump sobre este tema parece ser más una retórica que una promesa concreta, al menos por el momento, dada la complejidad de la soberanía panameña y las implicaciones diplomáticas de intentar revertir un tratado internacional de más de 25 años.
El futuro gobierno de Trump, que asumirá el 20 de enero de 2025, continuará enfrentando desafíos tanto en el ámbito interno como externo, con un Congreso republicano dividido y una comunidad internacional que observa atentamente sus decisiones.