Jim Annis es una de esas personas que deberían poder multiplicarse o clonarse para tener muchos como él. ¡Este hombre es un auténtico Santa Claus para una gran cantidad de niños de bajos recursos desde hace 50 años! ¿Por qué? Simple, pasa buena parte del año fabricando juguetes de madera (sin ayuda de ningún duende) para llevárselos a esos niños que, por la precaria situación de sus familias, no tienen la posibilidad de recibir obsequios en Navidad.
Cuando era niño no pudo disfrutar la Navidad como se debe, rodeado de regalos bajo un árbolito en casa. Lo anterior porque viene de una familia donde eran cinco hermanos, y pese al trabajo de su padre, la situación no se prestaba como para celebrar la fecha con obsequios.
Foto: https://abc11.com/
Pero en lugar de crecer con algún tipo de resentimiento por esa situación, Jim Annis decidió ayudar a que otros niños de bajos recursos no pasen una Navidad sin regalos. Es por eso que dedica gran parte de su tiempo para elaborar juguetes de madera y, cuando el Ejército de Salvación de Sanford entrega bienes y comida a familias en situación precaria, él se les une pero para repartir sus juguetes.
Foto: https://abc11.com/
La mayor parte de la madera que utiliza para fabricar los juguetes viene de donaciones de sus vecinos y la gente que conoce su noble causa, sin embargo, eventualmente él destina su propio dinero para comprar insumos. Según se relata en boredpanda, Jim gasta en promedio mil dólares cada año para poder elaborar suficientes juguetes. ¿Cuál es la recompensa de este hombre luego de entregar los regalos? Según sus propias palabras… las sonrisas de los niños.
Foto: https://abc11.com/
Jim Annis es un veterano del ejército y tiene 80 años. Sin embargo, asegura que no hay una edad límite para su causa pues tiene el objetivo de seguir haciendo esta noble actividad todos los años que le sea posible. Así que mientras el verdadero Santa Claus está en el Polo Norte ocupándose de gran parte de los niños, Jim Annis seguirá siendo el Santa de aquellos menos privilegiados con el único fin de recibir a cambio una enorme sonrisa de agradecimiento.
