Mundo.- La Fiscalía de Ecuador confirmó este martes que los cuerpos calcinados hallados cerca de una base militar en Taura corresponden a los cuatro adolescentes desaparecidos hace tres semanas. Según las pericias de genética forense, los cadáveres pertenecen a Saúl Arboleda, Steven Medina, y los hermanos Josué e Ismael Arroyo, quienes fueron detenidos el pasado 8 de diciembre por una patrulla militar en Guayaquil.
El caso ha conmocionado al país, y un tribunal penal ha ordenado prisión preventiva para 16 miembros de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE), quienes están siendo investigados por presunta desaparición forzada. La Fiscalía asegura que los jóvenes fueron arrestados por un presunto robo y que, tras su detención, los soldados aseguran haberlos liberado en buen estado, aunque desde entonces se encontraban desaparecidos.
El hallazgo de los cuerpos ocurrió el 24 de diciembre, en una zona de manglares cercana a la base militar, en las afueras de Guayaquil. La justicia civil dictaminó que se trató de una desaparición forzada. Ante la situación, familiares, vecinos y activistas se han manifestado exigiendo justicia, con carteles que pedían que los adolescentes fueran encontrados con vida.
Organismos internacionales, como la ONU y la OEA, han expresado su preocupación por el caso, en medio de la creciente violencia en Ecuador debido al narcotráfico y la presencia militar en las calles. Esta situación ha desencadenado protestas y recriminaciones hacia el gobierno por las violaciones a los derechos humanos en el marco de su lucha contra el crimen organizado.