Jazmín Ramos
El director del Instituto de Movilidad de Quintana Roo (Imoveqroo), Rodrigo Alcázar Urrutia, adelantó que trabajan en un proyecto metropolitano del transporte público que paulatinamente sustituirá el actual sistema del servicio urbano “hombre-camión”, en el que se incluyen cinco corredores torales que conectarán la ciudad con la zona hotelera y la parte continental de Isla Mujeres.
En entrevistas para Quintana Roo Hoy, el funcionario explicó que el proyecto ya se encuentra en la Secretaría de Hacienda con clave de cartera, es decir, hay planes de ejecución, los cuales se dividirá en varias fases, de hecho, se encuentra en la etapa jurídica financiera, que podría concluir en los próximos ocho meses para luego implementar el primer corredor.
Mencionó que, aunque es un plan a largo plazo, es la primera vez que se avanza en un proyecto de esta naturaleza y que cambiará por completo el sistema de transporte público, sentando las bases para mejorar la movilidad, es más, el proyecto será transexenal, pues los siguientes gobiernos tendrán la oportunidad de ir extendiendo el sistema con nuevas rutas.
“Es el primer proyecto serio de transporte público que se hace en la historia de Quintana Roo, es un proyecto metropolitano con cinco corredores, que incluye Isla Blanca, Rancho Viejo, la zona hotelera y las avenidas Kabah y Luis Donaldo Colosio; en sí se busca conectar el área urbana con los corredores turísticos de una manera eficiente y segura”.
Recalcó que se prevé un cambio radical del sistema que sustituye el actual esquema de hombre-camión, de ahí que todo se vuelve un tema empresarial, sin que eso signifique dejar fuera a quienes tienen actualmente sus concesiones, ya que podrán participar a través de asociaciones e inscribir sus unidades cumpliendo con los reglamentos y obligaciones fijadas en el esquema.
“El nuevo sistema implicará la creación de un fideicomiso en donde se concentrará el dinero que paguen los usuarios por el servicio y este fideicomiso tendrá diversas funciones como el pago a los concesionarios, empleados, el mantenimiento y renovación de las unidades, así como los gastos operativos”.
Ante ello, aclaró que el concesionario como tal no cobra al usuario, sino que los pasajeros pagarán vía electrónica por el servicio y todo irá al fideicomiso, que se encargará de la administración del sistema del transporte público, además de definir las rutas y tarifas, rompiendo con el esquema de hombre-camión que ha generado caos en el servicio urbano.
“El concesionario recibirá un pago por cada kilómetro que recorra y en ese pago irá también el sueldo del operador, los gasto por la depreciación de la unidad, el costo de la gasolina y las utilidades. Es un sistema que dará competencia y programación de rutas, por lo tanto, si viene llena o vacía, la unidad no será un problema para los conductores, sino de quien proyecte la ruta, evitando el sobrecupo y mejorando el servicio”