Juan R. Hernández
Ciudad de México.- Con más de 774 kilómetros de vías férreas de pasajeros en construcción y cuatro rutas prioritarias —Ciudad de México–Pachuca, Ciudad de México–Querétaro, Querétaro–Irapuato y Saltillo–Nuevo Laredo—, el proyecto ferroviario impulsado por la administración de Claudia Sheinbaum da continuidad a la política de rescate del transporte ferroviario iniciada en el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, con una meta de más de 3 mil kilómetros de red operativa hacia 2030, de acuerdo con datos oficiales.
El plan busca revertir el abandono del transporte ferroviario de pasajeros ocurrido tras la privatización de los ferrocarriles en el sexenio de Ernesto Zedillo. En 1997, México contaba con 26 mil 613 kilómetros de vías, pero la mayoría fue orientada al transporte de carga, dejando fuera la modernización y operación de trenes de pasajeros que conectaban regiones clave del país.
Bajo el actual gobierno federal, se han puesto en marcha obras para rehabilitar y construir nuevas líneas. Las rutas prioritarias en ejecución suman alrededor de 787 kilómetros, con proyectos diseñados para alcanzar velocidades de hasta 200 kilómetros por hora en algunos tramos, lo que permitiría reducir significativamente los tiempos de traslado entre zonas metropolitanas y polos industriales.
El proyecto insignia es el Tren México–Querétaro, cuya construcción inició en 2025. Contará con 226 kilómetros de doble vía y está planeado para cubrir el trayecto en aproximadamente dos horas. A este se suman la ruta AIFA–Pachuca, la ampliación del sistema ferroviario en el Bajío y conexiones estratégicas hacia el norte del país.
De acuerdo con el plan ferroviario nacional, la red se desarrollará en cuatro etapas. La primera contempla cerca de 785 kilómetros, seguida de fases con 910 kilómetros adicionales y más de mil 100 kilómetros en regiones del occidente y norte. Entre las rutas proyectadas destacan Irapuato–Guadalajara, Querétaro–San Luis Potosí, San Luis Potosí–Saltillo, Mazatlán–Los Mochis, así como extensiones hacia la frontera norte y el Pacífico.
La Agencia Reguladora de Transporte Ferroviario (ARTF) reporta que la inversión estimada para la etapa en curso asciende a 157 mil millones de pesos, con el objetivo de consolidar una red moderna que complemente otros proyectos, como el Tren Maya, cuya infraestructura supera los mil 500 kilómetros en el sureste.
El rescate ferroviario busca fortalecer la conectividad nacional, ofrecer una alternativa al transporte carretero y contribuir al desarrollo regional, con una visión de largo plazo que apunta a restablecer el transporte ferroviario de pasajeros como un componente estratégico del sistema de movilidad en México.