Hugo Alberto Wallace Miranda, declarado muerto por su madre Isabel Miranda Torres después de simular su secuestro el 11 de julio de 2005, mantiene activa su doble identidad oficial ante instituciones mexicanas. Entre éstas, se encuentra vigente su inscripción como Hugo Alberto Miranda Torres ante el Servicio de Administración Tributaria de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, bajo la clave MITH691012T64, mientras que su registro como Wallace Miranda es WAMH6910123V8.
Otra doble inscripción actualizada es ante la Dirección General del Registro Nacional de Población e Identificación Personal dependiente de la Secretaría de Gobernación. El CURP de Wallace Miranda, con fecha de inscripción del 13 de septiembre de 1999, lleva la clave WAMH691012HMCLRG01, y la entidad del registro dice México; mientras que el de Miranda Torres con fecha de inscripción en el 24 de febrero de 2010, cinco años después de su supuesta muerte, tiene la clave MITH691012HDFRRG05 y la inscripción fue en el Distrito Federal.
La supuesta víctima de secuestro que dio pie al Caso Wallace promovido por su madre tiene dos actas de nacimiento oficiales, una como Hugo Alberto Wallace Miranda y otra como Hugo Alberto Miranda Torres, ambas con la misma fecha de nacimiento, el mismo nombre de la madre, y sólo difieren en el nombre del padre. El acta con los apellidos Wallace Miranda se tramitó cuando él tenía seis años de edad, después de que su madre se uniera al nicaragüense Enrique del Socorro Wallace Díaz. El acta obtenida al momento de nacer lleva los apellidos de ella, Miranda Torres, y señala como padre a Jacinto Miranda, sin embargo, de acuerdo con el testimonio de una persona cercana a la familia es hijo de su primo Carlos León Miranda.
De acuerdo con los registros encontrados, Hugo Alberto Wallace Miranda tiene, además de las dos actas de nacimiento, dos cédulas de identificación personal actualizadas, dos registros federales de causantes, uno de éstos activo desde 2010, y un número de seguro social válido.
Sin embargo, en 2013, Isabel Miranda tramitó un acta de defunción a nombre de su hijo Hugo Alberto ante el Registro Civil de la Ciudad de México con fecha del 5 de noviembre de ese mismo año, bajo la certificación de la médica forense Blanca Olimpia Patricia Crespo Arellano, quien determinó –sin cuerpo presente– que el supuesto fallecimiento había sido por “insuficiencia respiratoria aguda, asfixia mecánica por estrangulación, y asfixia por comprensión toracoabdominal”. La juez 18 del Registro Civil, Marsella Lizeth de la Torre Martínez, dio fe al acta. Tiempo después, Miranda tuvo que dar de baja esta acta por su carácter ilegal, al no existir un cadáver real ni un certificado de defunción.
Pese a ello, Isabel Miranda Torres insiste en convencer a la opinión pública que su hijo está muerto, mientras siguen en cautiverio seis personas por el supuesto secuestro y homicidio, con sentencias de más de cien años, y otras dos en espera como es el caso de Brenda Quevedo Cruz con once años de prisión, dos veces torturada dentro de penales federales, y con su hermano en el exilio por amenazas.
