México

Dan de alta a joven herido en explosión de pipa en Iztapalapa

Redacción / Grupo Cantón

Kevin Díaz, de 19 años, fue dado de alta tras sobrevivir a la explosión de una pipa de gas en Iztapalapa. Salió por su propio pie y abrazó a su esposa e hijo.

Ciudad de México.- Entre aplausos del personal médico y los abrazos de su familia, Kevin Díaz Montes de Oca, de 19 años, fue dado de alta del Hospital Central Sur de Pemex, luego de pasar 27 días internado tras sobrevivir a la explosión de una pipa de gas en la alcaldía Iztapalapa, ocurrida el pasado 10 de septiembre. Con el rostro cubierto y las manos vendadas, Kevin salió por su propio pie del hospital y corrió a abrazar a su esposa y a su hijo de 9 meses, mientras su madre, Coral, lo recibía emocionada. Él se convirtió en el paciente número 42 en ser dado de alta de los 94 lesionados que dejó la tragedia en el Puente de la Concordia.

El joven relató que ese día tuvo un mal presentimiento antes de salir a trabajar, pero decidió ignorarlo. Iba de regreso a casa cuando el camión en el que viajaba llegó al puente donde ocurrió el accidente.

“Pensé que se había volteado un camión con cemento o tierra, nunca pensé que fuera gas”, recordó. Tras ver una nube blanca que rápidamente se convirtió en una bola de fuego, alcanzó a correr cinco metros antes de ser alcanzado por las llamas. Gravemente herido, fue auxiliado por un hombre llamado Fernando, a quien agradeció por ayudarlo a contactar a su familia.

Kevin narró que su recuperación ha sido difícil, pero su motivación ha sido su esposa y su pequeño hijo. “Tengo que estar en casa, dejar que las manos, la cara y la espalda terminen de sanar… No debo estar en la calle ni recibir luz solar”, explicó. A pesar de las secuelas, expresó sentirse feliz por estar vivo y consideró esta experiencia como una segunda oportunidad para valorar cada día.

Por ahora, dice, no le preocupa el trabajo. Lo único que quiere es descansar, seguir las indicaciones médicas y pasar tiempo con su familia. “Fue complicado, fue difícil, pero tengo a mis dos motivaciones. Me siento muy bien, con una felicidad indescriptible”, concluyó. Su historia, marcada por la tragedia, también es testimonio de fuerza y esperanza.

Publicado por
Daniela Balbuena