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23 abril, 2024

México

CAPTURAN A UN IMPORTANTE LÍDER DE “LOS ZETAS”

Miguel Ángel Treviño Morales, El Z-40, es el único Z que no proviene del Ejército: se formó como lavador de autos en el cártel del Golfo y fue reclutado directamente por Osiel Cárdenas Guillén a finales de los años noventa

Fue uno de los jefes de Los Zetas más sanguinarios, según su historia: solía descuartizar a sus víctimas, quemarlas vivas y se afirma que en algunos casos les extraía el corazón para comérselo a pedazos

Además, era (o es) adorador de la Santa Muerte, protectora de Los Zetas, pues solía realizar rituales con restos humanos

Tamaulipas.- Considerado más violento y sanguinario de Heriberto Lazcano, único miembro de Los Zetas que no es de extracción militar, Miguel Ángel Treviño Morales escaló alto en los peldaños del cártel del Golfo gracias a dos cualidades trascendentes: su dominio del idioma inglés y su lealtad a Osiel Cárdenas, quien lo encumbró en el mundo criminal.

Treviño Morales, conocido dentro de Los Zetas como el Z-40, no tuvo una formación militar, como el resto de sus compañeros, pues su escuela fue haberse formado como Policía Judicial y trabajó adscrito a la ciudad de Matamoros y Nuevo Laredo, plazas que más tarde defendería como narcotraficante.

El Z-40 nació el 18 de noviembre de 1973 en Nuevo Laredo, Tamaulipas, y desde muy joven se dedicó al robo de autos; más tarde se metió al contrabando y así llegó al tráfico de drogas, al cártel del Golfo y luego a Los Zetas, donde llegó a ser el jefe de un ala de ese grupo criminal cuando se dividieron en 2005 debido a las luchas de poder internas.

Su historia, a diferencia del resto de Los Zetas, es distinta. Ese hombre fue escalando todas las estructuras y puestos en el narcotráfico para llegar a ser el líder de la organización. Incluso llegó a competir con el fundador de Los Zetas, Heriberto Lazcano Lazcano, por el control de la organización criminal.

Al momento de su arresto, tanto las autoridades mexicanas como la DEA consideraban a Treviño Morales un sádico sádico y sanguinario.

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Fue Trevinho quien se ganó esta reputación cuando dirigía Plaza Nueva Laredo. Allí ordena prohibir a la pandilla de Sinaloa, por lo que se vuelve un sádico.

Las famosas historias de Z-40 afirman que la decapitación de las víctimas se volvió común entre otras prácticas de pena de muerte. Aprendió esta forma de sadismo de los “kaibiles”, desertores del ejército guatemalteco que formaban parte de Los Zetas a principios de siglo.

También se dice que Treviño Morales una vez noqueó a su oponente. Los hizo pedazos, rompió huesos, piernas y brazos, desgarró los corazones de los enemigos y, según algunos informes, se los comió.

El culto a la muerte, uno de los más venerados en Los Zetas, no puede faltar, le encomiendan a sus víctimas y dejan sus almas al cuidado de una organización criminal. Algunos incluso hablan de las actividades de Satanás. Z-40 tiene una finca en Pallas, Nuevo León, que ha sido durante mucho tiempo su escondite.

Hay una manada de ciervos blancos. En un momento, el capataz le dijo que tenía un problema con un empleado en otra finca cercana. Q-40 Escuche atentamente. En la siguiente reunión, Treviño Morales preguntó a sus empleados qué pasó con los vecinos y si las cosas se habían calmado. El capataz respondió que no había sabido nada de él en varios días y que lo mejor que quería era problemas al final.

Trevinho le da la bolsa y le dice problema resuelto, no te preocupes. Poco después, el capataz abrió la bolsa y encontró a su vecino roto. Fue secuestrado por Z-40 y asesinado a tiros.

El Z-40 conduce la camioneta todo terreno por caminos de terracería en Nuevo León y Coahuila. Iba siempre acompañado de sus hombres, totalmente armados y portando grandes sumas de dinero.

El gobierno lo vigila. Lo ven como el autor de las masacres que asolan el norte del país y de la violencia descontrolada asociada al narcotráfico.

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En la madrugada del lunes 15 de julio de 2013, oficiales de la marina mexicana detuvieron a Miguel Ángel Treviño Morales en la frontera entre Nuevo León y Coahuil. En ese momento, había siete órdenes de arresto contra el Z-40. Además, participó en doce averiguaciones previas.

En otros casos, se le atribuyó la matanza de 265 inmigrantes de San Fernando en Tamaulipas.

Viajaba en una camioneta el día de su arresto. Con él iban dos hombres con dos millones de dólares, ocho armas largas y unos 500 cartuchos de municiones variadas.

Z-40 se encuentra actualmente recluido en la prisión de La Palma. Su historial criminal lo ha convertido en uno de los líderes más brutales del crimen organizado tanto a nivel nacional como internacional.

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