El miércoles 8 de agosto Rafita fue enviado por su abuelita a la tienda que se encuentra a una cuadra de su casa, sin embargo el menor de 6 años ya nunca más iba a volver, pues personas desalmadas y sin ningun respeto por la vida humana le cegaron la existencia.
Luis de 9 años, hermano de Rafael no soportó la noticia del asesinato de su hermano, de su compañero de juego, con quien mediante sus travesuras y ocurrencias alegraban la vida de su hogar.
El niño llora en brazos de un oficial en el terreno baldío donde ayer fue encontrado el cuerpo de su hermanito entre los escombros y la maleza. Sus gritos desesperados llamando al pequeño conmovieron hasta a los policías municipales, por lo que uno de ellos lo tomó entre sus brazos para apartarlo del sitio donde los peritos especializados en la escena del crimen retiraban el cuerpo inerte del menor.
El cuerpo de Rafita fue encontrado por sus propios familiares; los asesinos le colocaron una bolsa de plástico en la cabeza para asfixiarlo, además lo torturaron y quemaron, pues tenía moretones y laceraciones en su pequeña humanidad.
