Se convierte Palacio Nacional en cancha de política y futbol / México no acepta tropas extranjeras, reafirma presidenta / Balón, cultura y soberanía: así jugó el gabinete presidencial
Juan R. Hernández / GRUPO CANTÓN
Ciudad de México.- En Palacio Nacional se jugó una mañanera que parecía final de liguilla: pases filtrados, tiros directos al arco y hasta atajadas de escándalo. El gabinete presidencial salió a la cancha para presentar el Mundial Social, y desde el silbatazo inicial se notó que venían con la alineación completa.
La primera en tocar el balón fue Gabriela Cuevas, quien bajó la pelota con clase y explicó que el Mundial Social rumbo al FIFA 2026 quiere llevar el futbol a todos los rincones del país. Convocatoria abierta: gobierno, iniciativa privada, jóvenes, niñas, niños… aquí juegan todos. Metió también un cambio táctico: 74 mundialitos y uno de robótica, para que nadie se quede en la banca.
Luego entró al área Josefina Rodríguez, secretaria de Turismo, que presentó una aplicación tipo “volante al espacio”: cartelera cultural, rutas gastronómicas y turísticas. Anunció además un partido especial en junio: México de Mis Sabores en Campo Marte, y tres récords Guinness que buscarán clavar como hat-trick.
El balón siguió rodando. Marath Baruch Bolaños anunció que en 2026 se reclutarán 5 mil Jóvenes Embajadores, quienes harán labores turísticas y de hospitalidad. Claudia Curiel de Cultura prometió mejoras en 46 zonas arqueológicas y 12 museos, pura jugada de pizarrón.
Mario Delgado y Romel Pacheco confirmaron que los mundialitos serán torneo de temporada, mientras que Zoé Robledo sacó pecho con 181 equipos y mil 200 mujeres futbolistas; además, presentó la Street Child World Cup. En la banda derecha, David Kershenobich mostró las mascotas Toj Óol y Muuk, y Abraham Carro del IMJUVE anunció la Copa Futbol MX… ¡con robots!
Ya en tiempo agregado, Iván Escalante de Profeco defendió a los consumidores como central que no deja pasar ni una.
Y el remate a gol, claro, fue de la delantera de lujo, Claudia Sheinbaum: deseó éxito al Tri y explicó que el Mundial Social busca llevar el balón a cada rincón del país. Pero la jugada más polémica llegó después, cuando le marcaron un “fuera de lugar” diplomático a Donald Trump. La presidenta metió un paradón digno de titular: “No va a ocurrir. No vamos a pedir intervención extranjera.”
Recordó que México no acepta tropas de ningún gobierno, que hay colaboración pero jamás subordinación. “La última vez nos quitaron la mitad del territorio”, sentenció, dejando claro que en esta cancha la soberanía no se negocia. Así terminó la mañanera: con goles, jugadas de lujo y una portera —la presidenta— que no dejó pasar ni un misil al arco mexicano.