No podría imaginar la vida sin viajes. Cuando te encuentras fuera de tu “centro de origen” cada experiencia, por mínima que sea, se vuelve una aventura y, sin embargo, sobre los viajes influyen varios factores como la edad.
Conforme ganas experiencia, vives los viajes de otra manera. Puede que incluso los vivas con otras personas, con hijos, o con mascotas. Algo que no deja de preocuparnos es la llegada de una década más, pero los 30 parecen los más difíciles, por eso queremos proponerte 5 viajes que debes hacer antes de llegar a los 30 y “cambiar de chip”. Eso sí, baratos e internacionales.
A La Habana tiene que ir cualquiera que se considere aún de alma joven. Podríamos decir que esta es la ciudad más fotografiable, con más ritmo y buena vida. Seguro has visto películas de cómo es la vida en Cuba, pero una vez que conoces realmente la isla, entiendes que nadie puede contártelo.
Antes de los 30 deberás pasear por las calles de La Habana vieja y empaparte con las olas que rompen sobre el malecón.
Nueva York es una ciudad que te llevará tiempo conocer. Existen muchos puntos de interés culturales, gastronómicos, para las cinéfilas, parques y monumentos. Algo que debes hacer antes de los treinta es recorrer toda la High Line, maravillarte con las obras que alberga el MoMA y recrear una historia de persecuciones en Chinatown.
No debes limitarte a conocer sólo Montreal, puedes conocer todo Canadá si te es posible. Quizá lo más complicado de este viaje sea la visa, todo lo demás son atractivos turísticos y fiesta. Puedes conocer el Oratorio Saint Joseph, el parque Jean Drapeau, el Vieux-Montreal o dar una vuelta en la Grande Roue de Montreal.
Viajar a Bolivia significa aventurarse, tanto entre la naturaleza, como en los pequeños pueblos cercanos a la Paz. Existen muchas atracciones turísticas pero lo que es un imperdible antes de los 30 es aventurarse en la selva Amazónica.
Ya sea en Rio de Janeiro, Sao Paulo o Salvador de Bahía, Brasil te llenará de su cultura alegre y colorida. Lo que debes hacer antes de cumplir 30 en Brasil es, por supuesto, asistir al carnaval.