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24 abril, 2024

Medio ambiente

No abrirá zona arqueológica de Ichkabal Por falta de recursos

El INAH, dio a conoce que aún se requiere de tres años más de trabajo en el lugar

PALOMA WONG

GRUPO CANTÓN

 

BACALAR.-  La zona arqueológica Ichkabal en Bacalar no podrá ser abierta en lo que resta de la administración del gobernador del Estado, Carlos Joaquín González, tal y como en reiteradas ocasiones este lo ha dado a conocer para impulsar la zona sur del estado.

Margarito Molina, director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) Q. Roo, descartó que la zona arqueológica se pueda abrir en menos de un año, debido a que el Instituto no cuenta con los recursos suficientes para hacer los trabajos correspondientes para la investigación, la dotación de servicios y la certeza jurídica de la poligonal donde se encuentran estos vestigios. 

Detalló que para el caso de la investigación arqueológica se requiere de por lo menos 3 años más de trabajos constantes y al menos 30 millones de pesos, en este periodo se buscará la liberación de monumentos y otros estudios necesarios.

Aunado a ello se le suma la infraestructura necesaria para que su apertura al público por el momento no se tiene y se debe considerar sea viable, entre los que destacan los servicios sanitarios, la contratación de personal, custodios, expendedores que están dentro del estudio de factibilidad en conjunto con la investigación arqueológica.

Ichkabal es una zona arqueológica considerada como la más alta y ancha que Chichén Itzá y más antigua que Calakmul. Está ubicada a 82 kilómetros de Chetumal, en un trayecto de 80 minutos y 40 kilómetros del Pueblo Mágico de Bacalar, en un tiempo aproximado de 35 minutos.

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Molina Rendón, agregó que, aunque en estos momentos existe una buena relación con el ejido para la liberación de las 104 hectáreas que corresponden al centro arqueológico aun no se concretan luego del rompimiento del dialogo que mantenían con el gobierno del estado en razón a que el Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales (Indaabin) había valuado en 450 a 500 mil pesos la hectárea y el ejido pretendía dos millones por cada una de estas.

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