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18 abril, 2024

Vivir Bien

Enfrentando dificultades en la familia

Vivir en familia es un reto. Ahí se gestan los grandes problemas y las mejores protecciones y soluciones.

Las dificultades con los padres, hermanos y otros familiares cercanos discusiones, abusos verbales o físicos, indiferencia, vínculos conflictivos, situaciones como pareja mal avenida, dificultades económicas, separación o divorcio, enfermedad crónica de algún familiar cercano, adicción de alguno de los hermanos o padres, violencia intrafamiliar, rechazo de los hijos por cualquier circunstancia social o afectiva se pueden neutralizar con factores protectores en la misma familia, por ejemplo, recordando que no importa cuales sean las circunstancias por las cuales atraviesas, ni si los padres están juntos o separados, la jerarquía de padres siempre está presente.
Dar la vida a un hijo, una hija, es el regalo más preciado que podemos dar, y es la bendición más grande que hemos recibido.

Honrar ese regalo implica agradecer la vida y estar conscientes de lo que damos a nuestros hijos, recordando que nuestras actitudes y comportamientos marcan una pauta y un camino.
Abrir caminos a los hijos significa valorar lo que son. Los adolescentes están transformando su cuerpo, también su mente, su cerebro, sus emociones y su capacidad de imaginar.

Los estímulos impactan de manera muy diferente a un adolescente que a un adulto. Así que ahí donde estás y con tus ojos cerrados imagina a esa gran pirámide de seres humanos que están antes que tú y que te dieron vida, padres, abuelos y más, agradece todo lo que te han dado.

Hacia delante de ti, ve a tus hijos adolescentes, imagina cómo se forma un gran lazo de amor que va desde tu corazón, al corazón de ellos y date cuenta como es el camino que les estás mostrando.
¿Cómo es? Si viste algo que deseas modificar, fíjate cómo con tu imaginación puedes transformar todo aquello que sea un obstáculo para su crecimiento, en mecanismos de protección que tú como padre, como madre, facilitas: escucha y comprensión, logros escolares y sociales, toma de conciencia de sus recursos para vencer dificultades, ambiente de paz y amor en su clima familiar, valoración de su persona completa con sus virtudes y defectos.

Agradece a todo ese amor universal que siempre ha existido entre padres e hijos y recuerda que la mejor protección es estar ahí siempre, para tus hijos y tus hijas, pase lo que pase en tu vida y en la de ellos.

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