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28 marzo, 2024

Tecno

No importa si lo jugaste hace 20 años, necesitas jugar The Legend of Zelda: Link’s Awakening para Switch

Sí, sé que muchos han abusado del término “remake” en los últimos años. A cualquier juego de hace unos 10 años, o incluso más reciente, le quieren estampar un sello que diga “remake” para volver a venderlo. Pero la realidad es que muchos no utilizan bien este término, se apropian del mismo para hacer más atractivos sus relanzamientos de juegos. Muchos le dicen remake a lo que no es más que un “remaster”, es decir, una nueva versión del mismo juego pero con algunas mejoras, comúnmente a nivel de gráficos.

En el caso de Link’s Awakening para Switch, el juego dice ser un remake porque justamente eso es lo que es. De hecho, parece un juego completamente nuevo, uno que disfrutarás por igual tanto si es tu primera vez como si ya lo jugaste hace décadas.

Captura de pantalla: Eduardo Marín (Nintendo)
En la versión para Switch hay muchas más piezas de corazón para recolectar.
Captura de pantalla: Eduardo Marín (Nintendo)

Nintendo le ha encargado a los estudios de Grezzo (los mismo responsables de las versiones de Ocarina of Time Mejora’s Mask para 3DS) que lleven Link’s Awakening a Switch. Esta es la tercera versión del mismo juego (tras el lanzamiento original y monocromático de 1993 llegó una versión a Game Boy Color en 1998 que añadía colores), sin embargo, esta vez han tenido que crearlo de cero, y le han dado un aspecto visual que luce precioso y moderno, pero sin perder la esencia del juego de Game Boy.

Es posible que la primera experiencia de muchos jugadores con un Zelda haya sido con Breath of the Wild para Switch, y Link’s Awakening es un juego bastante distinto. Breath of the Wild (BOTW) no cuenta con los calabozos o “templos” clásicos que prácticamente cualquier otro título de la saga sí tiene, como Link’s Awakening. Pero las diferencias van mucho más allá de eso: Link’s Awakening es un juego que hoy en día consideraríamos de estilo “retro” (incluso con sus gráficos modernos y caricaturizados), debido a que se juega con una vista vertical como los juegos más antiguos de la saga.

Así se veía Link’s Awakening DX, la versión de 1998 para Game Boy Color.
GIF: Nintendo vía Kotaku.

El mapa de Link’s Awakening es mucho más pequeño que el de BOTW, pero es que de por sí Breath of the Wild era un juego distinto a cualquier Zelda hasta entonces. En realidad, no tiene sentido compararlos, dado que cada uno es especial y único en su propio modo. Originalmente, incluso Link’s Awakening se separó del resto de la saga debido a que no cuenta con algunas de las características más emblemáticas de un The Legend of Zelda: aquí no hay Trifuerza, no hay Ganon ni tampoco Princesa Zelda. Es una especie de spin-off que se desarrolla en su propio mundo, cuando Link naufraga en la misteriosa isla de Koholint.

Las batallas contra jefes implican encontrar su debilidad e ingeniar una estrategia para derrotarlos.
Captura de pantalla: Eduardo Marín (Nintendo)
El juego cuenta con algunas secciones estilo 2D lateral que sirven como guiños a otras franquicias de Nintendo (como Mario, por supuesto).
Captura de pantalla: Eduardo Marín (Nintendo)

Al jugarlo tendremos que explorar toda la isla y sus misterios, con la intención de reunir una serie de instrumentos musicales místicos para poder escapar de la isla. El mapa es pequeño, sí, pero cada uno de sus rincones esconde algo. Invita a explorar, y la animación es tan visualmente atractiva que se me ha hecho imposible no recorrer algunas zonas con una sonrisa pintada en el rostro.

Cada uno de sus calabozos cuenta con una serie de puzzles que deberás resolver mientras lo exploras, incluyendo en muchos casos descubrir un nuevo objeto que te permitirá hacer algo que hasta ahora no podías (una pluma que te permite saltar, unas botas para correr muy rápido y romper cosas frente a ti, un brazalete para alzar cosas pesadas, entre otros), y que forma parte de la solución de los puzzles. Los jefes finales (y minijefes) también son una especie de puzzle, ya que luchar contra ellos requiere descubrir su debilidad y formular una estrategia en el momento.

La nueva versión de Link’s Awakening también cuenta con una herramienta para crear tus propios calabozos, lo que permitirá que una vez completes el juego (o antes) te crees nuevos retos para superar. No es una herramienta tan versátil o completa como, por ejemplo, lo que se puede hacer en Mario Maker, pero sí es un añadido interesante para seguir jugando después de completar la campaña y explorar todo el mapa. No obstante, no creo que juegue más de un par de calabozos en este modo. Me hubiese gustado que tuviera más posibilidades de personalización, pero quizás Nintendo se está guardando eso para un juego aparte, una especie de Zelda Maker.

Imagen: Nintendo.

En general, The Legend of Zelda: Link’s Awakening para Switch es la versión que merece el juego hoy en día. Es un remake hecho y derecho, como deberían serlos todos. En mi titular mencioné que es perfecto para volver a jugar este gran título, pero en realidad no es necesario haberlo jugado hace décadas para apreciarlo. Personalmente, Link’s Awakening para Switch me produjo una sensación de nostalgia y felicidad que me recuerda a una época más sencilla, en la que mis problemas se limitaban a hacer la tarea y que no se me agotaran las baterías AA cuando llevaba mi Game Boy fuera de casa.

 

 

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Vía Gizmodo.

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