Redacción / Grupo Cantón
Reino Unido. — A más de tres décadas de haber sido diagnosticado con la enfermedad de Parkinson, el actor Michael J. Fox, reconocido mundialmente por su papel en la saga Volver al Futuro, habló con franqueza sobre su salud, su legado y su deseo de tener una muerte en paz.
En una entrevista reciente con The Sunday Times, Fox expresó su perspectiva sobre el final de la vida:
“Solo me gustaría no despertar un día. Sería ideal. No quiero una muerte dramática. No quiero tropezar con los muebles y partirme la cabeza”, confesó.
A sus 62 años, el actor vive con gratitud y realismo frente a una enfermedad que ha enfrentado durante más de 35 años, un tiempo significativamente superior al promedio de supervivencia estimado para pacientes con Parkinson, que suele oscilar entre 15 y 25 años, según datos del Instituto Clavel de España.
Actualmente, Fox promociona su nuevo libro titulado “Future Boy”, una memoria en la que repasa los momentos que han marcado su vida, desde el sorpresivo diagnóstico a los 29 años hasta su visión actual de la existencia, marcada por el agradecimiento y la resiliencia.
El actor, aunque retirado oficialmente desde 2020, continúa siendo una figura pública relevante, especialmente por su trabajo a través de la Fundación Michael J. Fox para la Investigación del Parkinson, que se ha consolidado como una de las organizaciones más activas en el financiamiento de estudios científicos sobre la enfermedad.
Sobre los retos físicos que enfrenta hoy, Fox admitió que su movilidad está reducida:
“Puedo caminar, pero no veo bien y puede ser un poco peligroso. Así que lo integré a mi vida”, señaló.
A pesar de su retiro, se espera que el actor regrese brevemente a la pantalla en la tercera temporada de la serie “Terapia sin filtro”, protagonizada por Harrison Ford, quien interpreta a un personaje que también vive con Parkinson.
La historia de Michael J. Fox sigue siendo un ejemplo de lucha, visibilidad y esperanza para millones de personas que enfrentan esta enfermedad en todo el mundo.