Redacción / Grupo Cantón
Tailandia.- Con el triunfo de Fátima Bosch, México celebra a una nueva reina que brilló durante toda la competencia gracias a su seguridad, su impecable presencia escénica y un discurso centrado en la identidad, la empatía y el liderazgo femenino.
Una tabasqueña en el centro del escenario internacional
Desde su llegada al país sede, Fátima se colocó rápidamente entre las favoritas.
Su carisma, su sólida preparación y la conexión auténtica que logró con el público impulsaron un camino firme hacia la corona desde las etapas preliminares.
El impecable estilo de Fátima Bosch en la final
En la ronda de swimsuit, Fátima lució un traje de baño blanco de una pieza, con líneas minimalistas que resaltaron su figura atlética. Optó por llevar el cabello suelto, proyectando un estilo fresco y natural que contrastó con la intensidad del escenario.
Durante la etapa de evening gown, la mexicana cautivó con un vestido rojo de manga larga, decorado con detalles dorados que generaban destellos al moverse. La pieza incluía una capa transparente del mismo tono, aportando dramatismo y una elegancia fluida en cada paso por la pasarela.
La respuesta final que selló su victoria
En la ronda decisiva de preguntas, Fátima recibió el siguiente cuestionamiento:
“Desde tu perspectiva, ¿cuáles son los retos de ser una mujer en 2025 y cómo usarías el título de Miss Universo para crear un espacio para las mujeres en el mundo?”
Con serenidad y firmeza, respondió:
“Como mujer y como Miss Universo quiero alzar la voz, porque hoy en día estamos aquí para crear el cambio y mantenernos fuertes y concisas. Somos mujeres que debemos pararnos; las mujeres que logramos pararnos con valentía somos las que hacemos historia.”
Su mensaje, enfocado en la valentía, la sororidad y la necesidad de impulsar el cambio, resonó profundamente con el jurado y el público, consolidando su camino hacia la corona.
México celebra un nuevo logro
La coronación de Fátima Bosch abre un capítulo especial para el país, que siguió cada etapa del certamen con entusiasmo. Con apenas 25 años, inicia un reinado que promete centrarse en causas sociales, educación y empoderamiento femenino.
México tiene una nueva Miss Universo. Y el mundo, una nueva reina.