REDACCIÓN / GRUPO CANTÓN
El estampado floral ha sido un ícono de la moda y la cultura durante siglos, evocando belleza, naturaleza y creatividad humana. Este patrón, que ha trascendido fronteras y épocas, se ha consolidado como un símbolo universal de frescura y vitalidad. Desde los bordados tradicionales de la dinastía Tang en China hasta los vibrantes tejidos africanos y los huipiles de Oaxaca, el estampado floral representa una profunda conexión con el entorno natural.
Hoy en día, el estampado floral sigue siendo una tendencia clave en la moda contemporánea. Grandes diseñadores como Dolce & Gabbana y Gucci han reinterpreta este patrón clásico, incorporándolo en sus colecciones con un toque de frescura y sofisticación. Su popularidad se incrementa especialmente en las temporadas de primavera y verano, siendo utilizado en eventos sociales y bodas, y reafirmándose como un símbolo de feminidad y vitalidad.
Más allá de su impacto estético, las flores tienen un potente efecto emocional. Un estudio de 2005 realizado por la profesora Jeannette Haviland-Jones demostró que recibir flores puede provocar una reacción emocional positiva duradera, como la sonrisa de Duchenne, un indicador de felicidad genuina. Esto destaca el poder de las flores como un estímulo emocional que genera bienestar y optimismo.
Investigaciones científicas también respaldan los beneficios psicológicos de las flores, señalando que su presencia puede aumentar la producción de neurotransmisores como la serotonina y la dopamina, promoviendo la felicidad y reduciendo el estrés. Además, actividades como la jardinería han demostrado aliviar los síntomas de ansiedad y depresión, favoreciendo una recuperación emocional.
El estampado floral, originado en la India con los textiles chintz, comenzó a destacar en Europa alrededor del 1600. Su popularidad creció rápidamente, convirtiéndose en un símbolo de lujo, y aunque en su momento fue prohibido en algunas regiones, ha perdurado como un patrón esencial en la moda.
Como señaló Alessandro Dell’Acqua, diseñador italiano destacado, el estampado floral es sinónimo de frescura y actitud. Su versatilidad lo convierte en un favorito tanto en looks informales como en atuendos formales, y su mensaje de vitalidad y optimismo lo convierte en un clásico atemporal que sigue floreciendo en la moda actual.