Por Ángel Canul / Grupo Cantón
CHIQUILÁ.- Un error en la contabilidad sería el motivo por el cual están señalando a Zacarías Jiménez Ortiz, extesorero del ejido de Chiquilá con anexo San Ángel, por un desfalco de más de 10 millones de pesos.
Jiménez Ortiz señaló que este presunto faltante se debe a que hay unas listas que no contabilizó el contador César Augusto Cauich Baas.
Explicó que fue una contraprestación que dio el ahora extinto, Alfonso “El Mosco” Pereyra Palomo, por la cantidad de 100 mil pesos, pero fue de cinco mil pesos por veinte meses.
Recordó que hace 18 años el ahora extinto “El Mosco” Pereyra Palomo, en el gobierno de Clementino Angulo Cupul, ponía peripecias para no poder titular más de mil hectáreas de tierras en la zona conocida como ciudad Conil.
En ese tiempo dijo que si apoyaban con bloqueos de carreteras y acudían al Palacio Municipal para armar desmanes, les daría 100 mil pesos a cada ejidatario. En ese entonces de 294 sólo participaron 174.
Sin embargo, dijo que por la relación que había con el hijo de Pereyra Palomo, al tomar la responsabilidad en el ejido, Zacarías Jiménez acudió para negociar el compromiso.
Dijo que al principio había la intención de apoyar a los que participaron en el bloqueo carretero, pero de ahí el hijo de Pereyra Palomo no aceptó, porque generaría un problema con los otros 120 ejidatarios,.
Sin embargo, luego de tres reuniones accedió para que todos sean beneficiados.
Explicó que en la auditoria sale a relucir desfalcó por más de 10 millones de pesos y para poder liberar cantidades de 5 mil pesos de manera mensual que asciende por la cantidad de 1 millón 470 mil pesos para beneficiar a 294 ejidatarios se tendría que comprobar ante las oficinas de la empresa Mérida Siglo XXI que administran en la actualidad los hijos de “El Mosco” Pereyra Palomo y así sucesivamente hasta que se cumplió ese compromiso.