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18 abril, 2024

Letras de cambio

La irresponsabilidad federal

Imposible admitir que un reo pueda fugarse a través de un cuartel militar.
Como tampoco podemos imaginar que un avión cargado de droga, una y media toneladas de cocaína, pueda aterrizar impunemente en el aeropuerto de Chetumal y sus ocupantes salir por la puerta.

Estos hechos, recientes, son de irresponsabilidad federal. Es decir, corresponde a la autoridad federal, a los militares, a los marinos, a la PGR y a la Policía Federal.
En el caso del reo que se fugó de la cárcel de Cancún, casi colindante con una instalación militar, es la segunda vez que sucede. ¿No lo vieron? ¿Cualquiera puede, impunemente, sin extrañamiento alguno, entrar a sus terrenos? ¿No tomaron precauciones después de la anterior fuga?

El nuevo subsecretario responsable de los penales, de todo el tema carcelario en Quintana Roo, Lucio Hernández, es un profesional del tema, con mucha experiencia, pero no es mago. Y vaya que se necesitaría magia para enderezar el tema de las cárceles, que no es de ahora, que ha padecido un inmenso abandono por parte del gobierno federal.

Se necesita presupuesto, se necesitan nuevas instalaciones carcelarias, se requiere que se lleven a los reos federales a cárceles federales. Hace falta, con urgencia, que los jueces se pongan a trabajar y dictaminen sobre la presunta responsabilidad de internos que llevan hasta siete años en espera de una sentencia.

Las cárceles de Quintana Roo no fueron construidas para tal efecto. No tienen instalaciones adecuadas para albergar a los reos, no hay espacio para separar a reos sentenciados de quienes, como ya dijimos, llevan años esperando ser encontrados “inocentes” o “culpables”.

Hay un olvido de la federación en todo sentido. Que comienza con el presupuesto federal.
Lucio Hernández sabe mucho de lo que acontece en las cárceles. Tiene la disposición para cambiar todo lo que tiene que cambiarse, pero hay que insistir, no es mago. Que los militares nos expliquen por qué motivo pudo un reo fugarse a través de uno de sus cuarteles.

Y, también, junto con la Policía Federal, con los marinos que tienen instalaciones a un lado, nos digan de qué forma pudieron los pilotos, el supuesto pasajero que iba a bordo, salir caminando del aeropuerto de Chetumal cuando aterrizaron llevando una tonelada y media de cocaína dentro del jet donde viajaban.
¿A esto se le llama impunidad consentida?

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