Al leer por todos lados las advertencias sobre el correctoalmacenamiento de los alimentos, puede ser muy fácil confundirnos o caer en un error al respecto.
os mexicanos consumimos salsas embotelladas debido a que es parte de nuestra cultura gastronómica. Sin embargo, ¿cuántas veces se te ha ocurrido guardar tu salsa picante en el refrigerador para evitar que se eche a perder?, pues introducirla ahí podría resultar contraproducente.
La razón por la que nunca debes meter las salsas al refrigerador, es porque el vinagre que contienen la mayoría de estas como la BBQ, cátsup y picantes como Valentina y Tabasco, actúa como conservador y es suficiente para evitar el crecimiento de cualquier bacteria o moho.
Por lo cual, podrán mantenerse en buen estado fuera del frío helado y, en el caso de las salsas picantes, su “picor” es más efectivo cuando están a temperatura ambiente.
Mientras que, los componentes de la cátsup (vinagre, sal y azúcar) consiguen que el jitomate (que de igual forma contiene) no se estropee ni pueda ser atacado fácilmente por bacterias y otros patógenos.
Lo mejor es que una vez que la abras y pretendas comerla rápidamente, es dejarla a temperatura ambiente; de lo contrario, colócala en el refrigerador.
Recuerda que una regla básica para almacenar estos sazonadores es que aquellos que contienen frutos, vegetales e ingredientes sensibles como leche y huevos, necesitan frío.
Cuando la salsa Tabasco (elaborada con vinagre, azúcar, sal y aceite), comience a hacerse marrón, no será necesario tirarla; esta es una señal de que ha comenzado su oxidación, y que al paso de unos días, sí afectará su sabor.
Si tienes salsa de soya, no te preocupes, porque es una de las más “resistentes”, debido a que está fermentada y porque presenta sorbato de potasio y ácido láctico en altas cantidades, preservativos que no permiten que se expanda algún microorganismo.
Así que ya lo sabes, hazles un espacio a estas salsas en la parte posterior de tu alacena para tenerlas a la mano y disfrutarlas.
FUENTE/ EXCELSIOR