REDACCIÓN / GRUPO CANTÓN

Ciudad de México.- Con la energía a tope y la camisa remangada, Paul McCartney hizo su esperado regreso a la Ciudad de México para ofrecer el último de tres conciertos en el festival Corona Capital, en lo que marcó el cierre de su Got Back Tour. La actuación, que tuvo lugar en el escenario principal del evento, fue la segunda vez que McCartney pisaba suelo mexicano este año, sorprendiendo a sus seguidores con una gira adicional a pesar de lo que muchos pensaron que sería su despedida en 2023.

El ambiente que rodeó el concierto fue electrizante, similar al de sus presentaciones previas en el Estadio GNP, pero con una diferencia clave: el público. Esta vez, el británico se encontró con una audiencia variada, compuesta no solo por fans acérrimos de su carrera solista y de los legendarios Beatles, sino por miles de personas que se dieron cita en el festival con la esperanza de ver al músico en vivo, quizá por última vez.

A pesar de la incertidumbre de ser su último concierto en México, McCartney ofreció una presentación llena de energía, acompañado de su banda y de los clásicos que marcaron una era dorada de la música. La noche arrancó con la emoción palpable de los asistentes, que aguardaban ansiosos los grandes himnos de los Beatles. No obstante, el reto fue captar la atención de los más jóvenes, algunos de los cuales no conocían la discografía en solitario de McCartney. En canciones como “Valentine’s Day”, la expectación era palpable, aunque el público terminó entregándose en temas más conocidos como “A Hard Day’s Night”.

“Hola México, ¡quiúbole banda!”, dijo McCartney en un español improvisado que arrancó risas y aplausos. La actitud de Paul parecía distinta a la de sus conciertos anteriores, donde se le vio más relajado y juguetón. En esta ocasión, el músico de 82 años se mostró más serio y concentrado, consciente de que debía conectar con un público que no siempre estaba familiarizado con su carrera fuera de los Beatles.

“Está chingón estar aquí de nuevo”, comentó con entusiasmo, al igual que en su primera presentación en la capital, pero esta vez dirigiéndose directamente al público del festival. Después, se dirigió al piano para interpretar “Maybe I’m Amazed”, un tema que subrayó su destreza como músico y su capacidad para emocionar con cada nota.

A medida que el concierto avanzaba, el ambiente se tornó más familiar para los fans incondicionales, que coreaban entre gritos aislados de “¡Olé, olé, olé, Sir Paul!”. La mayoría de esos cánticos provenían de pequeños grupos de seguidores vestidos con camisetas con el rostro del legendario músico, pero aunque la mayoría del público parecía no unirse completamente al fervor, los aplausos fueron constantes.

Los momentos culminantes de la noche llegaron con la interpretación de grandes éxitos como “Love Me Do” y “Blackbird”, esta última que desató lágrimas en más de uno de los asistentes. La nostalgia invadió el ambiente cuando McCartney dedicó un homenaje a su amigo y compañero de los Beatles, John Lennon, interpretando “Now and Then”, una de las canciones más esperadas del repertorio.

Para el cierre, McCartney regaló algunos de los temas más emblemáticos de su carrera, entre ellos “Lady Madonna”, “Band on the Run” y “Get Back”, con una inesperada sorpresa: la participación de la cantante Sr. Vincent, quien se había presentado un día antes en el festival, sumándose a la banda para los solos de guitarra de uno de los clásicos de Let It Be.

El show culminó con una emotiva despedida con “Hey Jude”, “Helter Skelter” y “The End”. McCartney, visiblemente emocionado, sostuvo una bandera mexicana mientras agradecía a su audiencia, que, aunque variada, lo despidió con un aplauso y ovación cerrada. La sensación al final de la noche fue clara: el espíritu de los Beatles y la magia de Paul McCartney continúan vivos en los corazones de los mexicanos, que se despidieron del músico con la esperanza de que este no sea su último adiós.

Así, el Got Back Tour se despidió de la Ciudad de México dejando una huella imborrable en el público, con el legendario McCartney demostrando que sigue siendo un ícono viviente de la música mundial.