REDACCIÓN / GRUPO CANTÓN
Ernestina Sodi, quien falleció el pasado 9 de noviembre tras más de 20 días en terapia intensiva debido a complicaciones de salud, se enteró meses después de haber sido secuestrada en 2002 de una revelación que la dejó estupefacta: su hermana, Laura Zapata, podría haber estado involucrada en la planificación de su secuestro.
El hecho se conoció a través de la periodista Claudia de Icaza, quien compartió los detalles durante un reciente episodio de su programa De Historia en Historia. Según Icaza, el descubrimiento ocurrió durante una comida en la que Ernestina se encontraba acompañada de un policía, quien le preguntó si conocía a una persona vinculada a Laura Zapata, en relación al secuestro. A partir de esa conversación, Sodi se enteró de que investigaciones apuntaban a que su hermana podría haber tenido algún tipo de participación, con base en detalles sobre el coche usado durante el secuestro.
El secuestro de Ernestina y Laura Zapata tuvo lugar en Ciudad de México en 2002, cuando ambas salían de una función teatral. El grupo de secuestradores exigió un rescate millonario, vinculado al dinero del esposo de Thalía, Tommy Mottola. Después de semanas de cautiverio, ambas hermanas fueron liberadas, gracias al pago del rescate realizado por Thalía.
Durante la comida con el policía, según el relato de Icaza, la conversación tomó un giro inesperado cuando el policía le reveló a Ernestina que el hombre vinculado a Laura Zapata, quien había tenido una relación con ella, también estaba implicado en los delitos relacionados con el secuestro. Ernestina, aparentemente tranquila, no tardó en reaccionar, compartiendo con el policía detalles sobre el coche utilizado durante el secuestro y sugiriendo que su hermana podría haber estado involucrada.
Claudia de Icaza relató que el policía fue claro al señalar que las investigaciones indicaban la posible implicación de Zapata en el caso, basándose en diversas pistas obtenidas durante la indagatoria. Sin embargo, Ernestina no mostró sorpresa en ese momento y, al contrario, comenzó a ventilar detalles de las investigaciones, revelando el desconcierto que le provocaba la posible participación de su hermana.
Este episodio vuelve a salir a la luz tras el fallecimiento de Ernestina, un acontecimiento que ha conmovido a la familia y al público. La ausencia de Laura Zapata en los funerales de su hermana ha generado más controversia, dado que las hermanas no mantenían una relación cercana desde hace años.
La situación ha reavivado las tensiones familiares que surgieron tras el secuestro y las revelaciones posteriores, mientras que el legado de Ernestina, quien vivió sus últimos días entre la lucha por su salud y la revelación de secretos familiares, queda marcado por este impactante descubrimiento.