Jocelyn Díaz / Grupo Cantón
Más allá de su papel como villano, apuesta por un arte con propósito y por formar a nuevas generaciones de actores desde su escuela en la CDMX.
México.- Versátil, apasionado y con una entrega que traspasa pantallas, así es Asbel Ramses, actor mexicano que actualmente da mucho de qué hablar como “Teo”, el villano de la cuarta temporada de Rosario Tijeras. Un personaje que, lejos de ser malo por serlo, está lleno de matices, heridas del pasado y decisiones que lo han llevado a ese punto de quiebre donde la transformación es inevitable.
“Encontrar esas motivaciones fue fundamental. No es malo porque sí, hay una razón detrás de cada palabra, de cada acción”, comparte Asbel en entrevista exclusiva.
Y no es para menos, su trayectoria es reflejo de un compromiso profundo con su oficio: ha hecho teatro, cine, televisión y doblaje, siempre con una intensidad brutal. Lo hemos visto en proyectos como Guerra de Vecinos, El amor no tiene receta, Fuera de lugar, Nadie nos va a extrañar y en la película Bardo, bajo la dirección de Alejandro González Iñárritu.
Más recientemente compartió créditos con Erika Buenfil en Mamá Reinventada y ha prestado su voz en exitosas producciones como Bluey y La misteriosa sociedad Benedict.
Pero su pasión no se limita a los escenarios o sets de grabación. Asbel también es formador de nuevas generaciones a través de B4arts Teatro+Danza, una escuela fundada hace dos décadas por sus padres en la zona norte de la Ciudad de México, donde actualmente trabaja junto a su madre.
“Un actor debe ser todólogo, saber de todo: desde tap hasta combate escénico. En la escuela buscamos darles todas las herramientas posibles para que enfrenten el mundo profesional con seguridad y talento”, dice con convicción.
Su visión sobre la carrera actoral es realista, pero inspiradora.
“Esta carrera es hermosa pero muy celosa. Hay momentos en los que uno quiere tirar la toalla, cuando las cosas no fluyen… pero siempre hago cada trabajo con amor y entrega. Para mí, el verdadero trabajo del actor es hacer castings, la recompensa es actuar”, afirma.
Cada personaje ha sido un reto distinto: desde “El Gorila”, un villano marcado por la pobreza en El amor no tiene receta, hasta “Teo”, que no carece de dinero, pero sí de afecto, validación y cariño materno.
“Persigo historias que dejen huella, que cuando terminen generen conversación, cambio, algo que se quede”, nos cuenta.
A los jóvenes que sueñan con actuar, les lanza un mensaje claro: “Nunca dejen de prepararse. Este camino está lleno de no’s, pero cada no los acerca al sí. A seguir haciendo casting”, puntualizó Asbel Ramses, quien como “Teo” sigue marcando territorio en Rosario Tijeras 4 y como actor continúa apostándole a la formación, al arte con propósito y a las historias que merecen ser contadas.
