CANCÚN.- Entre 2011 y 2018, la producción pesquera de Quintana Roo se redujo en más de mil toneladas al pasar de cuatro mil 828.20 kilos de diversas especies a tres mil 807.06, lo que también provocó que el número de trabajadores del mar en la entidad disminuyera en un 40%.
Baltazar Gómez Catzín, presidente de la Federación de Cooperativas Pesqueras de Quintana Roo, destacó que actualmente hay mil 500 pescadores registrados en las diferentes asociaciones, pero que el número que se tenía hace casi 10 años era de dos mil 100.
El 2017 cerró con una producción pesquera de 580 toneladas, abajo de lo producido en el mismo período de 2016 en Quintana Roo, que fueron más de tres mil 800 toneladas, aunque el peor año fue 2012 con apenas tres mil 338.78 toneladas.
Gómez Catzín aceptó que una de las especies más castigadas por la pesca es la del pulpo, pues en 2011 se registró una producción de 645 toneladas, pero para 2016 se desplomó hasta las 199; y en el período enero-septiembre de 2018 se registraron apenas 28 toneladas de esta especie.
En 2011 se pescaron 991.59 toneladas de camarón; para 2016 apenas se extrajeron 129 y a septiembre del 2017 se reportaron apenas 28 toneladas.
Las causas
El líder de las cooperativas pesqueras del estado afirmó que esta actividad se ha recrudecido por la gran cantidad de trabajadores ilegales que hay en la zona norte, principalmente; aunado a que muchos no respetan las vedas ni las tallas de diferentes especies.
Además, otro de los problemas que se tiene es que muchos permisionarios libres no hacen su reporte a la Conapesca y eso es lo que ocasiona que se note una disminución considerable en la producción de escama.
Ahondó que por cada 10 trabajadores del mar agremiados a una cooperativa, existen otros cinco que se dedican a la pesca ilegal, es decir, que por los alrededor de mil 500 pescadores cooperativados que hay en todo Quintana Roo, al menos hay otros 750 furtivos que operan libremente, y cuya producción no se registra ante ninguna institución de gobierno, por lo que la pesca total del estado está muy lejos de ser la que reportan las dependencias oficiales.
Ante la estrepitosa caída de la pesca, como el camarón y el pulpo, las cooperativas han ido refugiándose en las especies más cotizadas en el mercado, como la langosta y el mero.
Según Gómez Catzín, el kilo de cola de langosta cerró en la temporada pasada en 700 pesos por kilo, mientras que el espécimen vivo lo pagan hasta en 600 pesos, aunque por estas fechas se consumen más el boquinete, el bonito y el coronado.
La otra especie más codiciada por los pescadores quintanarroenses es el mero, con un costo promedio en el mercado de 200-220 pesos por kilo. En septiembre de 2018 se reportó la captura de 364 toneladas.
Aunque la langosta es la especie más cotizada por los pescadores quintanarroenses, será hasta el próximo 1 de junio cuando se levante la veda que comenzó desde febrero pasado.
Por Renán Moguel/Grupo Cantón