La noticia saltaba a los medios de comunicación de todo el mundo el pasado viernes: se ha cometido el primer (ciber)crimen en el espacio y, ahora, se está investigando, según informan desde The New York Times. La acusada es Anne McClain y todo acontece alrededor de su divorcio con Summer Worden y la lucha por la custodia del hijo de ella.
En medio de la batalla legal por el hijo de Worden, McClain tuvo que irse a la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés). De hecho, iba a participar en el primer paseo espacial solo de mujeres, aunque fue cancelado. La NASA niega que esté relacionado con este cibercrimen, pero las fechas cuadran. Fue en la ISS donde cometió el delito, ya que según Sumer Worden ella entró en sus cuentas personales del banco desde el espacio.
¿Y cómo lo sabe? Worden es exoficial de inteligencia de la Fuerza Aérea estadounidense, así que cuando McClain comenzó a hacerle preguntas sobre su economía personal, no la conjunta, preguntó a su banco desde qué redes habían accedido a sus cuentas. Y la sorpresa fue mayúscula cuando vio que una de las redes pertenecía a la NASA.
Y ahora que está de vuelta en la Tierra, ¿qué pasa con McClain? Ella ha reconocido que entró en las cuentas, como solía hacer anteriormente con las claves que su exesposa le había facilitado mientras estuvieron casadas. Pero ¿eso no es cruzar una línea, ya que no estaban juntas en ese momento? La astronauta y Worden se enfrentan ahora a un juicio no solo por el divorcio y que McClain reclame la custodia del hijo de Worden sino que también por lo sucedido en la ISS.
El asunto ha llegado no solo a la NASA de la mano de los padres de Worden sino que ella misma ha presentado una denuncia contra McClain ante la Comisión Federal de Comercio por robo de identidad y acceso indebido a los registros financieros privados de su exesposa. Pero ¿qué leyes rigen la estación internacional? De hecho, ¿hay leyes con las que juzgar a esta astronauta?
Con información de Hipertextual