Jazmín Ramos
Las tortillerías en Quintana Roo, registra pérdidas hasta del 40 por ciento por productores clandestinos de este insumo básico, lo que ha generado el cierre de establecimientos ante la competencia desleal, además de que se pone en riesgo a los consumidores, pues se desconocen bajo qué condiciones elaboran el producto, indicó Rubén Montalvo Morales, presidente de la Cámara Nacional de la Industria y Producción de la Tortilla.
En entrevista, explicó que generalmente las tortillas que se venden en tienditas de la esquina son de origen clandestino, ya que no hay un registro de donde se producen, ni que tipo de harina utilizan para su elaboración y al no pagar impuestos, el kilogramo lo suelen ofertar hasta en 10 pesos, generando un duro golpe al sector.
Mencionó que en lo que va del año han detectado unas 10 tortillerías clandestinas, que generalmente operan a puertas cerradas principalmente en cocheras o bodegas y posteriormente distribuyen el producto en motocicletas a las tiendas y comercios de las colonias populares.
Dijo que, aunque los productores clandestinos son denunciados ante la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS), la dirección de Fiscalización e incluso a la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) y son sancionados, se mantiene inactivos un tiempo para posteriormente cambiar el punto de operación.
“Los tres niveles de gobierno tienen conocimiento de esta situación, pero son permisivos, lo cual es muy grave porque ponen en riesgo a los consumidores toda vez que elaboran el producto sin las normas sanitarias y se desconoce qué insumos utilizan”.
En ese sentido, dijo que los tres órdenes de gobierno deben aplicar mano dura contra las tortillerías clandestinas y exigirles a los dueños de los establecimientos, así como tienditas de la esquina que comprueben el origen del producto y eviten comprar el básico en lugares de dudosa procedencia.
Señaló que la competencia desleal de estos productores es tal, que hay tortillerías que bajaron cortinas al no poder sostener los costos operativos y esto implica pérdidas de empleo, de ahí, la urgencia de que las autoridades mantengan un operativo permanente para detectar a estos productores que evaden impuestos y ponen en riesgo la salud de los consumidores.
“Tenemos un impacto del 40 por ciento en el consumo total de la tortilla, de hecho, la mayoría del insumo que se vende en comercios tiene un dudoso origen y lo más grave es que para evadir impuestos cada día se suman más productores a la clandestinidad”.
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