Viral.- La certificación WELL, desarrollada por el International WELL Building Institute (IWBI), busca transformar los edificios en espacios que mejoren la salud y el bienestar de sus ocupantes. Este estándar, que combina investigación científica con prácticas arquitectónicas, evalúa aspectos como la calidad del aire, el agua, la iluminación, el sonido y la salud mental.
Según la empresa Green Group, pionera en la implementación de WELL en Argentina y Chile, esta certificación se está consolidando como una tendencia clave en la industria inmobiliaria, con un crecimiento proyectado para 2025. Además de mejorar la calidad de vida de los ocupantes, los edificios certificados WELL aumentan su valor al ser más atractivos para inquilinos y propietarios.
Aunque la implementación de WELL implica algunos costos iniciales, como sistemas de ventilación y filtrado de agua, estos se justifican con los ahorros a largo plazo en salud y mantenimiento. Además, el diseño de estos edificios fomenta la sostenibilidad, lo que contribuye a la reducción del consumo energético.
Con más de 48,000 proyectos registrados globalmente, la certificación WELL ha ganado relevancia especialmente tras la pandemia, cuando la salud en los espacios interiores se volvió una prioridad. WELL no solo promueve el bienestar, sino que también ofrece una inversión rentable en el mercado inmobiliario.