La Estrella de Belén, descrita en los evangelios como la guía de los Reyes Magos, ha sido objeto de diversas teorías científicas. Aunque se han descartado explicaciones como las de una nova o un cometa, la hipótesis más plausible es que fuera una conjunción planetaria o la estrella Sirio, la más brillante del cielo. Sin embargo, la fecha exacta del nacimiento de Jesús sigue siendo incierta, manteniendo el misterio de este fenómeno astronómico.
Karla Chable / Grupo Cantón
Viral.- Los relatos religiosos y mitos de diversas culturas tienen una conexión común: las estrellas. Esto ha llevado a muchos científicos a investigar si estos fenómenos astronómicos, como la famosa Estrella de Belén, tienen un fundamento real o si son simplemente producto de la imaginación popular. Uno de los relatos más intrigantes, recogido en el Evangelio de San Mateo, describe cómo una estrella guió a los Reyes Magos hasta el pesebre donde nació Jesús. Este misterio ha cautivado a la comunidad científica durante siglos, impulsando diversas investigaciones para intentar identificar el astro que apareció en ese momento crucial de la historia cristiana.
Raúl Mujica, astrónomo del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE) y del Comité Nacional Noche de las Estrellas, explicó en una entrevista con Infobae en 2020 que, a pesar del interés en este fenómeno, no existe evidencia que confirme la existencia de una “estrella de Belén” tal como se describe en los relatos. Según Mujica, uno de los mayores retos para encontrar una respuesta definitiva es la dificultad de interpretar con certeza los textos antiguos debido a factores como la traducción y las fechas de los eventos mencionados.
A lo largo de los años, diversas teorías astronómicas han tratado de explicar este fenómeno, pero la mayoría de ellas han sido desechadas. Por ejemplo, se especuló sobre la posibilidad de que la estrella fuera una nova, un tipo de estrella que aumenta repentinamente su brillo, pero según el astrónomo, “todas las estrellas novas conocidas ya están identificadas”, lo que hace improbable esta hipótesis.
Otra posible explicación era que se tratara de un bólido, un meteoro que atraviesa la atmósfera, o incluso una estrella fugaz, pero estos fenómenos son demasiado efímeros para haber guiado a los Reyes Magos durante un período prolongado. Incluso la hipótesis de que pudiera haber sido el cometa Halley fue descartada tras comprobar que no existen registros de su paso cerca del nacimiento de Jesús.
Una teoría más reciente, propuesta por el astrónomo Johannes Kepler en 1603, sugiere que el fenómeno podría haber sido una conjunción de planetas. Kepler especuló que una alineación de Júpiter, Saturno y la Luna en los años 7 a.C. podría haber causado la aparición de una brillante “estrella” en el cielo. Sin embargo, los cálculos astronómicos modernos han puesto en duda esta idea, ya que la intensidad del brillo de estos planetas en ese entonces no fue suficiente para superar la luminosidad de otros astros cercanos, como Sirio, la estrella más brillante del cielo nocturno.
Sirio, que tiene el doble de la masa de nuestro Sol y es hasta 20 veces más brillante, podría ser el astro mencionado en los relatos bíblicos. Esta estrella ha servido como guía para navegantes a lo largo de la historia y se encuentra cerca del cinturón de Orión, lo que la hace fácilmente identificable. Según algunos astrónomos, es plausible que Sirio haya sido la estrella que guió a los Reyes Magos hacia Belén, ya que su brillo en diciembre sería lo suficientemente fuerte como para ser vista a grandes distancias y durante largos períodos.
Por otro lado, es importante destacar que la fecha exacta del nacimiento de Jesús sigue siendo un misterio. Estudios recientes han situado este evento entre el 8 a.C. y el 1 a.C., lo que plantea dudas sobre la exactitud de las fechas en los relatos bíblicos. Además, la mención en los evangelios de los pastores “durmiendo al raso” sugiere que el nacimiento no ocurrió en pleno invierno, lo que complica aún más la determinación del día exacto.
En conclusión, aunque la Estrella de Belén sigue siendo un tema fascinante y misterioso tanto para creyentes como para científicos, la explicación más probable parece ser que el astro que guiaba a los Reyes Magos no fue una estrella en el sentido tradicional, sino una conjunción planetaria o, quizás, la brillante Sirio. Sin embargo, este enigma sigue abierto, cautivando a todos aquellos que buscan desvelar los secretos del cielo y la historia.