Viral.- El Diamante Hope, cuya belleza inspiró la joya azul de Titanic, tiene una historia marcada por tragedias y una maldición. La leyenda cuenta que, en el siglo XVII, el comerciante francés Jean-Baptiste Tavernier robó un diamante azul de la frente de una estatua hindú dedicada a la diosa Sita, desatando una maldición sobre quien lo poseyera.

Tavernier vendió el diamante al rey Luis XIV de Francia en 1668, pero tras un asalto, la joya desapareció. A lo largo de los siglos, cada dueño del Diamante Hope sufrió trágicas muertes: Tavernier murió en la pobreza, Nicolás Fouquet fue encarcelado y murió de hambre, y Luis XIV falleció de gangrena. Luis XVI y María Antonieta fueron ejecutados en la guillotina en 1793.

En el siglo XIX, el diamante pasó a manos de otros propietarios que también encontraron la desgracia, como el rey Jorge IV de Inglaterra, quien perdió la razón, y el comerciante Harry Winston, que donó la joya al Museo Smithsonian, donde actualmente se exhibe. Sin embargo, Winston también falleció de un ataque al corazón, alimentando la leyenda de la maldición del Diamante Hope.