Jocelyn Díaz / Grupo Cantón
Quintana Roo.- El lobby del Teatro de Cancún comenzó a llenarse de sonrisas, abrazos y una energía especial.
Era una noche distinta, una de esas en las que la música no solo se escucha, sino que se siente y se comparte.
Con el corazón puesto en una noble causa, el público se dio cita para vivir el Tributo a Coldplay, un concierto a beneficio del CRIT Cancún, donde la emoción, la solidaridad y el talento se entrelazaron para crear una velada inolvidable.
Apenas las luces bajaron y la pantalla marcó la cuenta regresiva, un estallido de color marcó el inicio con el tema “Higher Power”, encendiendo los ánimos y anunciando que algo grande estaba por suceder.
La banda Tribute Live Band, conformada por Ismael Cituk en el piano y voz, José Monaga en el bajo, Alan Briseño en la guitarra y Pepe Gaytán en la batería, dio la bienvenida a un público dispuesto a dejarse llevar por la magia de Coldplay.
El recorrido musical continuó con “Adventure of a Lifetime”, que desató una ola de aplausos y movimiento. A partir de ahí, la noche se transformó en una celebración colectiva con temas como “Paradise”, “Something Just Like This”, “Sky Full of Stars” y “Viva la Vida”, mientras cientos de pulseras luminosas se agitaban al ritmo de la música, tiñendo el teatro con destellos de emoción.
Uno de los momentos más intensos llegó con la interpretación de Ismael Jr., quien se unió a la banda para cantar “Charlie Brown”, aportando su voz y energía a un espectáculo que se sentía vivo, cercano y profundamente humano.
La velada también tuvo instantes de profunda emotividad cuando Ismael Cituk recordó a su pequeña Valentina, quien fue atendida en el CRIT Cancún y ahora lo mira desde las estrellas, a ella dedicó con mucho amor una conmovedora versión de “The Scientist”, logrando un momento de emoción y cariño que recorrió el teatro.
El cierre no pudo ser más simbólico: “Fix You” unió a músicos y las voces de Sofi Meneses y Suri Deneb, junto con el público en un solo coro, con cerca de quinientas personas cantando al unísono, en un abrazo sonoro que parecía extenderse hasta el alma misma del CRIT Cancún.
Entre luces, notas y emociones, el Tributo a Coldplay se convirtió en una noche de unión, esperanza y amor.