Jocelyn Díaz/ Grupo Cantón
Cancún.- La potencia de la palabra y la presencia femenina se hicieron sentir en la 45ª Muestra Nacional de Teatro, donde los Prólogos escénicos abrieron un espacio de profunda sensibilidad y pensamiento.
Con textos que brotaron desde la raíz indígena y el universo femenino, la escena se llenó de fuerza, poesía y reflexión, recordándonos la enorme diversidad cultural que habita en México.
Las voces de mujeres indígenas resonaron con verdad y belleza a través de relatos, lenguas y emociones que invitaron al público a mirar con otros ojos la riqueza de nuestra identidad.
Gracias a las actrices Pilar Padilla y Gilary Negrete, así como a la dramaturga Petrona de la Cruz, por dar cuerpo y alma a este momento escénico que conmovió y trascendió más allá del escenario.
El segundo día del Encuentro de Reflexión e Intercambio continuó con un diálogo abierto, profundo y necesario sobre el lugar del teatro frente a los certámenes y premiaciones, un tema que provocó intercambio de ideas, posturas y experiencias entre creadoras, investigadores y espectadores.
Entre voces diversas y miradas críticas, la conversación escénica sigue viva en Cancún, alimentando la reflexión sobre lo que somos y hacia dónde se dirige el teatro mexicano.