Javier A. Cervantes / Grupo Cantón
Orizaba.- Hoy, México recuerda con cariño y admiración a Francisco Gabilondo Soler, mejor conocido como Cri-Cri, el Grillito Cantor, uno de los personajes más entrañables y representativos de la música infantil en español.
Su legado ha trascendido generaciones, llevando imaginación, valores y alegría a millones de niñas y niños en todo el mundo hispanohablante.
Francisco Gabilondo Soler fue un compositor, escritor, músico y cantante mexicano, que dedicó su vida a crear un universo sonoro lleno de personajes mágicos y enseñanzas morales. Bajo el personaje de Cri-Cri, dio vida a un grillito cantor que contaba historias cantadas con gran ternura, inteligencia y creatividad.
Su carrera artística comenzó en la radio mexicana en 1934, cuando debutó en la estación XEW. Allí, acompañado únicamente de su voz y un piano, presentó por primera vez al “grillito cantor” y narró cuentos musicales en vivo. Su programa se convirtió rápidamente en un fenómeno nacional, manteniéndose al aire durante más de 27 años.
Cri-Cri creó un universo de personajes únicos que aún viven en la memoria colectiva de México y Latinoamérica. Algunos de los más famosos son:
El Ratón Vaquero
La Patita que va al mercado
La Muñeca Fea
Caminito de la Escuela
Los Tres Cochinitos
El Ropero, El Chorrito
Sus canciones combinaban melodías pegajosas con letras llenas de valores como la amistad, la empatía, el respeto y la imaginación, todo con un toque de humor y ternura.
Antes de dedicarse completamente a la música, Gabilondo Soler fue boxeador, aficionado a la astronomía, autodidacta y un hombre curioso por naturaleza. Su conocimiento del mundo y su sensibilidad artística le permitieron hablar a las infancias desde un lugar auténtico y respetuoso.
A lo largo de su vida, compuso más de 200 canciones infantiles. Aunque pudo haber explotado comercialmente su obra, nunca buscó lucrar con Cri-Cri, sino promover la educación, los valores y la cultura.
Francisco Gabilondo Soler es considerado Patrimonio Cultural de México. Su obra ha sido reconocida y celebrada por su invaluable aportación al desarrollo cultural y emocional de la infancia. A más de 30 años de su fallecimiento, Cri-Cri sigue presente en escuelas, hogares, bibliotecas y medios de comunicación.
Su música, atemporal y universal, continúa inspirando a niñas y niños, así como a padres, abuelos y maestros que crecieron con sus canciones.
La figura de Cri-Cri, el grillito cantor, se ha convertido en símbolo de la infancia mexicana. Francisco Gabilondo Soler no solo dejó un repertorio musical imborrable, sino también una forma única de hablar con ternura e inteligencia a los más pequeños.
En cada nota, en cada personaje y en cada historia cantada, Cri-Cri sigue recordándonos que la fantasía, la música y los valores tienen un poder infinito para educar, emocionar y unir.