Javier A. Cervantes / Grupo Cantón
Cancún.- Gonzalo Guerrero nació en Palos de la Frontera, España, alrededor de 1470. Sirvió como soldado y navegante hasta que, en 1511, naufragó frente a las costas de Yucatán, en lo que hoy es México.
Fue capturado junto a otros sobrevivientes por los mayas. Mientras algunos murieron, él y Jerónimo de Aguilar lograron sobrevivir.
Con el tiempo, sus caminos se separaron: Aguilar mantuvo su identidad española y se unió a Hernán Cortés como intérprete.
Guerrero, en cambio, adoptó por completo la cultura maya, aprendió su idioma, se tatuó el rostro y se convirtió en líder militar (nacom).
Guerrero se casó con la princesa maya Zazil Há, hija del cacique de Chactemal (hoy Chetumal), y tuvieron hijos mestizos.
Esto lo convierte en el primer caso documentado de mestizaje biológico y cultural en América.
Cuando Hernán Cortés llegó en 1519, buscó a Guerrero para que se uniera a su expedición. Guerrero se negó rotundamente. En su famosa respuesta a Jerónimo de Aguilar, dijo:
“Yo soy casado y tengo tres hijos, y tiénenme por cacique y capitán en tiempo de guerra. Andaos vos con Dios, que yo tengo labrada la cara y horadadas las orejas, ¿qué dirán de mí esos españoles si me ven así?”
Para los españoles era un traidor. Para los mayas, un héroe. Guerrero luchó contra los conquistadores hasta su muerte en batalla en Honduras, hacia 1536.
En una entrevista al portal “Hollywood Report” James Cameron ha mencionado directamente a Gonzalo Guerrero como inspiración para la saga de Avatar.
La narrativa de Avatar se alinea con un arquetipo muy antiguo: el extranjero que se transforma, se enamora y defiende a su nuevo pueblo contra sus orígenes.
Historias similares existen en Pocahontas, Danza con lobos, El último samurái… pero ninguna ocurrió de verdad como la de Gonzalo Guerrero.
En el estado mexicano de Quintana Roo, donde se ubica la antigua región maya de Chactemal, Gonzalo Guerrero es considerado un héroe y símbolo cultural de gran importancia. Su figura representa el mestizaje y la identidad plural del pueblo quintanarroense.
En la Plaza Principal de Chetumal, capital de Quintana Roo, hay una escultura monumental de Gonzalo Guerrero con su familia maya.
En el Himno del Estado de Quintana Roo, se le menciona como símbolo de la valentía y la unión de culturas que definieron la región. La letra habla de la fusión de raíces y la resistencia que caracterizan a su gente, evocando la historia de Guerrero como un emblema de identidad y orgullo local.
Así, Gonzalo Guerrero es mucho más que un personaje histórico: es un símbolo vivo de la interculturalidad y la mezcla que dio origen a la sociedad quintanarroense y, en general, latinoamericana.