Jocelyn Díaz / GRUPO CANTÓN
CANCÚN.- El teatro independiente en Cancún vive un momento decisivo. No solo se trata de crear arte, sino de mantener viva una expresión que nutre el alma de la ciudad. Sin público no hay función, y sin función no hay permanencia posible. Por ello, los creadores escénicos alzan la voz para invitar a la ciudadanía a asistir, apoyar y exigir historias nuevas y de calidad que reflejen la diversidad de nuestras audiencias: infancias, jóvenes, adultos, mujeres, personas mayores y la comunidad LGBT+.
El actor y director Óscar Eduardo Ramos, referente del movimiento teatral local, lo expresa con claridad: “El teatro independiente vive del público. Cada persona que ocupa una butaca es parte fundamental de que la obra exista. El teatro es un acto colectivo que se alimenta de la comunidad”.
Ramos mantiene en cartelera la obra ¿Qué vas a ser cuando seas grande?, recientemente presentada con éxito en la Ciudad de México, y fue seleccionado como beneficiario del Programa de Estímulo a la Creación y Desarrollo Artístico (PECDA) Quintana Roo 2025, con el que desarrolla su nuevo proyecto ¿Quién se comió las galletas del jarrón?, además, prepara el estreno de El niño del faro para finales de este año.
“Estos logros no son míos solamente, afirma, son fruto del apoyo de la gente que cree en el teatro y de la convicción de que sí se puede hacer arte en Cancún. Aun sin el respaldo de empresas o instituciones, seguimos en pie gracias a la pasión y a la necesidad de contar nuestras historias.”
El artista subraya que el teatro independiente no es un esfuerzo aislado, sino una red viva de compañías y espacios que apuestan por acercar el arte a la comunidad. Entre ellos destacan el Centro Cultural Toltecayotl, el Centro Cultural Xbalamqué, y grupos como Comedian Teatro, Cuatro Elementos Teatro, Lapa Lapa Teatro, Marea Escénica, Nova Producciones, ADC Producciones, Gato en el Teatro y Caja Creativa Teatro, todos comprometidos con ofrecer propuestas diversas que enriquecen la escena local.
“El teatro independiente en Cancún no es una utopía: es una realidad construida a pulso. Pero requiere del apoyo de todos. El sueño de hacer de Cancún un destino cultural solo será posible si el público lo abraza, lo defiende y lo disfruta”, concluye Ramos.
Este manifiesto es una invitación a sumarse al movimiento escénico local, apoyar el talento independiente y mantener vivo el pulso cultural de Cancún.