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18 abril, 2024

Cancún

Rechazan deber el ciudadano

Quintana Roo ocupa el tercer lugar con mayor negativa de ciudadanos para ser funcionarios de casillas.

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Jazmín Ramos
CANCÚN, Q. Roo

La tarea de notificar y convencer a los ciudadanos que han sido insaculados para que participen como funcionarios de casilla durante la jornada comicial, se ha convertido en una labor titánica para los Capacitadores Asistentes Electorales (CAE) del INE, pues las estadísticas oficiales refieren que seis de cada diez rechazan realizar esta labor, bajo el argumento de no tener tiempo o no estar interesados en colaborar en la logística electiva.

De acuerdo a datos del pasado proceso electoral, Quintana Roo se ubicó en el tercer lugar a nivel nacional con mayor número de personas que se negaron a realizar está función, lo que dificultó el trabajo de los encargados de conformar la estructura comicial, motivando a las autoridades electorales a incrementar el porcentaje de insaculados.

No obstante, ese no es el único obstáculo que tienen que sortear los CAE durante el trabajo de campo, pues al operar en una entidad donde la movilidad migratoria es exponencial, la primer piedra en el camino es corroborar el domicilio de los insaculados y luego localizarlo para emprender la tarea de convencimiento.

En el caso de Cancún y Playa del Carmen este quehacer se complica aún más debido a que el 75 por ciento de los insaculados trabajan, dificultando la faena de encontrarlos, de tal suerte que el capacitador suele visitar un domicilio en varias ocasiones para poder entregar personalmente la notificación.

Sin embargo, para llegar a ese punto, en ocasiones los CAE enfrentan un entorno hostil, en donde las inclemencias del tiempo, la falta de conectividad de algunas zonas y el tema de la seguridad se hacen presentes, además que en las áreas residenciales no les tienen permitido el libre acceso y deben solicitar un autorización especial para dejar el aviso.

Una vez que los capacitadores agotan la línea de búsqueda y logran notificar a los insaculados comienza la titánica acción de persuadirlos a que participen; la mayoría son respetuosos y muestran tolerancia, empero hay personas que asumen actitudes agresivas, por lo que no se prestan al diálogo y dan una tajante respuesta negativa.

Según el propio INE, existe el registro de 40 diferentes excusas por las cuales los ciudadanos se niegan a participar, entre las más comunes destacan el tener un familiar en enfermo, un viaje en puerta, el trabajo, falta de tiempo, una cita médica, no tener quien cuide a los hijos, no estar interesados en la política, y falta de credibilidad en el INE.

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Asimismo, las zonas donde hay mayor negativa para participar son las áreas residenciales, es decir, las personas de clase media y alta son las más reacias a dar aceptar el deber, y en contraste, en las área rurales e indígenas se tiene una mayor participación, mientras que en demarcaciones urbanas el índice de participación varía, y es ahí donde es más difícil hacer las notificaciones.

Apatía dificulta conformar logística

La vocal de Capacitación Electoral y Educación Cívica de la Junta local del Instituto Nacional Electoral (INE), Irma Esquivel Monroy, admitió que Quintana Roo es una de las entidades donde se tienen mayores dificultades para notificar y convencer a los insaculados para que participen como funcionarios de casillas el día de la elección, ante la apatía de la población.

Dijo que si bien la negativa de participación no es privativa de la entidad, sino una generalidad a nivel nacional, sí hay factores que afectan el trabajo de los capacitadores, entre ellos el que no haya nomenclaturas en las calles, la efervescencia migratoria y los horarios de trabajo que rigen en la industria turística, principal actividad económica en Quintana Roo.

Esquivel Monroy añadió que estos tres factores, sobre todo en la zona norte del estado, hacen difícil llevar a cabo las notificaciones y a eso se le suman los problemas cotidianos que enfrentan los capacitadores al salir al campo, como los índices delictivos, las inclemencias del tiempo y la movilidad.

“Los capacitadores enfrentan una serie de dificultades para poder localizar a los insaculados y luego hacer la labor de convencimiento a fin de que los ciudadanos acepten ser funcionarios, una vez cumplida esa etapa, verifican que las personas se apeguen a la normativa, contar con la credencial vigente, saber leer y escribir, no ser mayor de 70 años, así como corroborar que pertenezcan al distrito que van a representar”, detalló.

Añadió que al cruzan esa etapa, el INE hace una segunda insaculación para determinar cuál será la función de cada ciudadano en la mesa directiva de casillas, posteriormente se les notifica y entonces inicia la capacitación, después, los instructores realizan una serie de simulacros sobre la logística de la jornada electoral.

En ese sentido, dijo que es muy importante que la ciudadanía participe, pues finalmente los funcionarios de casillas son quienes mueven la logística el día de la elección, además, de esta forma participan en la vigilancia para que haya transparencia en la jornada electoral, dando pie a comicios democráticos.

Mencionó que para este proceso local donde se renovarán las 11 alcaldías, diputaciones y la gubernatura del estado, se tiene un universo de 139 mil 185 ciudadanos que fueron insaculados, para elegir a unos siete mil ciudadanos quienes fungirán como funcionarios de casillas el día de la elección.

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