Rocío Villalobos
CANCÚN, Q. Roo
Mientras las autoridades municipales afirman que el Centro de Atención Municipal Anti-bulling ya abrió sus puertas y que los especialistas se encuentran atendiendo a la gente que así lo desee en las mismas instalaciones de la Dirección de Educación Municipal de Benito Juárez, lo cierto es que no es la realidad.
El pasado martes, luego del anuncio, como reportero de esta casa editorial nos acercamos a las mencionadas oficinas ubicadas a espaldas de la Gran Plaza, para conocer la inversión aprobada por el Cabildo y preguntar, como cualquier padre de familia, con respecto a los servicios, horarios de atención y el tipo de programas que manejan para la atención de personas con problemas relacionados al acoso escolar.
La sorpresa principal fue descubrir que todo se encuentra vacío, puertas cerradas y el personal encerrados en las aulas.
Al cuestionar al vigilante del lugar con respecto al Centro, éste informó que los empleados de la dirección se encontraban encerrados en las tres únicas aulas-oficinas de la Dirección de Educación y de las tres solo en una, dividida con tabla roca, está el anunciado centro de atención, el cual se anunció tendría aulas, oficinas y espacios para cursos y un sinfín de especialistas atendiendo la demanda ciudadana contra este grave problema social.
En dicha puerta, al abrir, había una secretaria viendo televisión: “Buenos días, disculpe ¿información del Centro Antibulling? La respuesta de la secretaria, sin alzar la mirada, fue “no le sabría decir, mejor pregunte en la primera puerta que está al fondo del pasillo, todavía no estamos funcionando y ahí le pueden decir cuando arrancamos”.
La respuesta de la puerta uno, fue: Aquí no es, vaya a la puerta 3. Al explicar que de esa misma puerta me habían enviado, acto seguido una de las empleadas del lugar se ofreció a llevarnos a la puerta 2, con la secretaria de la Directora de Educación, ya que al parecer ésta se encontraba en reuniones privadas.
La secretaria confirmó que el centro de atención aún no funciona, que de hecho hacían falta varias cosas, entre ellos material y personal, por eso no estaba en funciones pero que estaría operando, de 9 de la mañana a 3 de la tarde. Pero que aun así ahí llegaba una psicóloga de nombre Irene (Martínez Ceballos). “Pero, ¿qué tipo de problema tiene usted? ¿Es con su hija? O ¿qué necesita?” preguntó luego de la vaga información.
La respuesta es que ese mismo día por la mañana se anunció que ya estaba abierto el Centro Antibulling y la intención es conocer las instalaciones, los programas, los servicios y horarios de atención del mismo; en fín, todo lo relacionado al funcionamiento el proyecto aprobado en Cabildo desde el año pasado.
-“¿Pero para que quiere saber? ¿Es usted la afectada? ¿En calidad de qué viene?” –dijo la secretaria.
– En calidad de periodista, señorita- respondí.
-¡Por ahí hubiera usted empezado!- dijo al tiempo que el tono de voz y la mirada la suaviza- Solo nos falta papelería, pero ya estamos funcionando pero la psicóloga no está, me deja su número por favor para llamarle y darle toda la información que necesita.
