PLAYA DEL CARMEN.- Producto de la sobreexplotación, el deterioro de los ecosistemas marinos, la introducción de especies exóticas y el cambio climático, la industria pesquera enfrenta una crisis que en los siguientes años podría complicarse más.

Según un estudio realizado por Capital Natural de México, en el mundo se han registrado alrededor de 30 mil especies de peces que incluyen tiburones, rayas, quimeras, peces óseos y lampreas. En México viven cerca de 2 mil 250 peces marinos y 500 dulceacuícolas.

Sin embargo, la mayoría de las personas desconoce a las especies marinas que compra y consume, así como el estado de sus poblaciones y el impacto de nuestra demanda.

En Quintana Roo, a lo largo del 2017, se capturaron 3 mil 764 toneladas, de las cuales 3 mil 656 fueron para consumo humano directo de 30 especies marinas distintas. Las de mayor captura fueron 537 toneladas de mero y similares; 490 toneladas de langosta; 431 de camarón; 309 de mojarra; 231 de pulpo y 224 de esmedregal, según cifras contenidas en el anuario estadístico de Acuacultura y Pesca de la Conapesca.

En este sentido, Capital Natural de México expone que en el Pacífico mexicano se conocen cerca de mil 120 especies, de las cuales el 20% son aprovechadas comercialmente. En el Golfo de México y Caribe mexicano se conocen dos mil 057 especies, pero solamente 11% son aprovechadas comercialmente.

De los 32 estados del país, 17 tienen apertura al mar, 11 en el Pacífico y seis en el Golfo de México y mar Caribe. De estos se extraen cerca de un millón de toneladas de peces anualmente. El 90% de la captura proviene del Pacífico, principalmente del Golfo de California.

De acuerdo a la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), el panorama de la pesca en México sugiere que las poblaciones de cerca de 500 especies de peces comerciales actualmente se encuentran en las siguientes condiciones: el 20 % sobreexplotadas, el 70% en aprovechamiento máximo y el 10% en desarrollo.

Ante esto, organizaciones nacionales e internacionales se dedican a atender la problemática, como la mexicana Comunidad y Biodiversidad (COBI) que, por más de 25 años, analiza la degradación de los ecosistemas marinos causada por el aprovechamiento no sustentable.

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Ante la disminución en la capacidad de los ecosistemas marinos de México para proporcionar alimentos por medio de la pesca, han presentado diversas iniciativas para revertir la situación.
Una de las principales estrategias es la información y, con la finalidad de orientar a los consumidores, junto a la Conabio, desarrollaron el sitio web “Peces y mariscos comerciales”, así como un semáforo de consumo responsable.

Este sitio es una fuente de consulta que permite conocer criterios para tomar mejores decisiones al momento de elegir las especies que compramos. En el sitio hay información de cada especie, de dónde proviene, si su pesca está certificada, si están protegidas por la Norma Oficial Mexicana, entre otros importantes aspectos.

Para clasificar a las especies marinas en ese semáforo se consideraron varios criterios. Por ejemplo, si se encuentran en alguna categoría de riesgo (nacional o internacional), épocas de vedas, grado de selectividad del arte de pesca utilizado y el estado de sus poblaciones. La síntesis de estos criterios permite orientar al consumidor para reducir el impacto sobre las especies.

El catálogo incluye además las pesquerías que están certificadas como sustentables o que participan en el proceso de certificación a fin de apoyarlas adquiriendo sus productos.

Para los especialistas en el tema, tanto pescadores como consumidores debemos contribuir a la restauración marina a través del conocimiento, elección y consumo responsable para generar la restauración y el aprovechamiento sustentable de nuestros mares.

 

Por Fernando Morcillo/Grupo Cantón

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Publicado por
Redacción Quintana Roo
Etiquetas: encortoportada