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25 abril, 2024

Letras de cambio

Admitir la realidad… excepcional informe de gobierno

Todos sabemos, nos quejamos cada día al respecto, de qué tamaño son los graves problemas de seguridad en el estado, sobre todo en la zona Norte, la turística, la que tiene visitantes que consumen droga.

Lo extraordinario es que el gobernador Carlos Joaquín metiese esta realidad en su segundo informe de gobierno con puntualidad extrema. Aceptando, además, que no se han cumplido las metas, que no está resuelto este tema.

No importa cuáles fueron las explicaciones que dio, válidas por cierto, sino la fuerza de su afirmación. Carlos Joaquín hizo lo que pocos gobernantes hacen: ser honesto.
¿Importa? Mucho, al infinito. Porque es la base de cualquier construcción de futuro. Partir de lo que no podemos resolver es la primera piedra, el inicio para encontrar su solución. Justo lo que no hacen los políticos.

El Informe estuvo lleno de temas singulares. Un estilo diferente, austero, sin “invitados especiales” de relumbrón. Con fuerza política por quienes vinieron a escucharlo. Con una gran sutileza, suavidad incluso, para enviar mensajes de encuentro. Y, también, para aceptar en público otros mensajes igual de fuertes, como decir que todavía le siguen poniendo piedras en su camino.

Si Félix González hubiese estado presente, seguro que lo habrían volteado a ver.
Con todo y estas “piedras” que deben estorbar bastante, Carlos Joaquín habló de llegar a buen puerto, habiendo navegado con viento en contra. Con el agregado del sargazo, para muchos una maldición tremenda, tema que el gobernador tocó con extrema sinceridad. Es una broncota, les quedó claro a todos los asistentes que vieron las imágenes de esto. Que tiene que hacernos pensar en una conjunción de tierra y mar.

Y aquí, con la garganta lastimada por el esfuerzo, Carlos Joaquín puso sobre la mesa de la discusión, esa mesa donde se diseña el futuro o, en su caso, se hacen intentos para salvarlo, sobre la naturaleza de Quintana Roo como un “estado costero”, porque eso tenemos costa, que se asocia con la selva.

Simplemente, recordó con énfasis, no hay leyes que protejan, que den rumbo a esta realidad. Los estados costeros no tienen reglas para su conservación, para no destruir, como dijo el gobernador, la singular forma de vida que tenemos.

Fue uniInforme distinto. Una larga explicación de cómo se gobierna, y también, porque estamos en el umbral de un cambio fortísimo, de los proyectos para el futuro, para estos cuatro años de gobierno que siguen, donde el Tren maya tiene un buen lugar.
Y si bien el gobernador habló del pasado, repitió que “el que la hace, la paga”, no había fantasmas invitados. En primera fila, en cambio, sí estuvo presente Miguel Borge con una permanente sonrisa en los labios.

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Fácil el acceso, no hubo edecanes vestidas por el modisto de la esposa del gobernador, no hubo ningún atropello, orden, lugares asignados, respeto, invitados que lo eran por alguna razón cierta, y que obviamente vinieron a escuchar.

¿Va a servir de algo este segundo informe o, por el contrario, se quedará en simple acto protocolario?

Pienso que servirá, y mucho, para las definiciones de fondo de este gobierno, para entender la manera en que se gobierna, y sobre todo para magnificar en su exacta dimensión los problemas, como la violencia, porque eso son: graves, grandes, difíciles de resolver problemas, varios de ellos heredados, otros ajenos a la capacidad de gobierno en el plazo inmediato.

Ahora, ya sabemos. Al menos ya sabemos quiénes queremos saber…

En Twitter: @isabelarvide Blog: CambioQRR.com

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