CIUDAD DE MÉXICO.- Elementos de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México, en compañía de personal del DIF capitalino, localizaron en el municipio mexiquense de Valle de Chalco a los padres del menor de 12 años que el pasado fin de semana ocasionó la muerte de cinco menores de edad en Tláhuac al conducir el auto de su padre a exceso de velocidad.
Ante la autoridad, los mentores —quienes pidieron que sus datos permanecieran en el anonimato— detallaron que se enteraron hasta el siguiente día de la tragedia que provocó su hijo, y que tenían miedo de ser detenidos, por lo que dejaron solo al menor en el hospital.
Los adultos fueron conminados a que se acercaran con el Ministerio Público a explicar lo sucedido el día del accidente y les dejaron en claro que ellos no son acusados de algún delito por el percance.
Una vez ubicados fueron llevados a las oficinas del DIF capitalino donde les practicaron exámenes para determinar si son aptos o no para la guardia y custodia del menor, pues a decir de las autoridades, ahora lo que más importa es tratar de reintegrarlo al seno familiar.
n caso de que los resultados sean negativos, el infante continuará bajo la custodia de las autoridades de la CDMX en el albergue donde ha permanecido las últimas 24 horas.
Los primeros avances de la procuraduría capitalina detallaron que el auto era del padre del pequeño, aparentemente el menor lo “tomó prestado” sin permiso, ya que ambos, padres, antes y después de la tragedia, estaban fuera del domicilio.
Supuestamente no era la primera ocasión que el jovencito conducía el vehículo que quedó destrozado después del encontronazo con el árbol.
Sobre la salud y el estado físico del niño, se dio a conocer que presenta estrés postraumático, depresión y mucha tristeza al enterarse de las muertes que ocasionó. Asegura no recordar gran parte de lo que sucedió el día del accidente, por lo que no ha proporcionado mayor información al respecto.
En este sentido, el DIF capitalino dio a conocer que se han tomado algunas medidas con tal de garantizar la seguridad y privacidad del implicado, siempre respetando los derechos humanos del menor.
FUENTE: EL DEBATE
