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28 marzo, 2024

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Educación especial, olvidada

QUINTANA ROO.-Los estudios de factibilidad para determinar la pertinencia de los programas de estudio son importantes, pero la realidad social también debería ser fundamental, toda vez que se requiere cada vez más especialistas calificados y certificados para detectar a menores con espectro autista, en etapas tempranas para un diagnóstico oportuno.
Los pocos especialistas que existen a nivel nacional y en los estados, como en el caso de Quintana Roo, son insuficientes, debido a que en los últimos años existe una mayor prevalencia de casos.
El investigador y doctor en psicología clínica  y presidente fundador de la Clínica Mexicana de Autismo, Carlos Marcín Salazar, aseguró que hace dos décadas se diagnosticaba un caso por cada mil menores de entre 3 y 10 años de edad, mientras que actualmente, es uno por cada 115.
El también director del Consejo de Investigación y Enseñanza, destacó que es necesario formar a nuevos profesionales para la atención integral de los niños con espectro autismo.
Además, cada estado necesita de un centro especializado, bajo el mando de las autoridades, toda vez que el tratamiento en el sector privado tiene un costo elevado.
En un estudio auspiciado por Estados Unidos, que elaboró en el norte del país, se detectó el incremento del número de casos, y considera importante que el gobierno de México destine recursos para un estudio que involucre al centro y sur, para tener una radiografía, toda vez que en cada región hay factores determinantes, como la “toxicidad del ambiente”, aunque también es problema “poligenético”.
Puntualizó que cuando un niño es diagnosticado a los 18 meses de edad y se diseña el tratamiento y programa de rehabilitación, se puede integrar en el sector educativo sin mayores contratiempos y ser un niño con autismo, pero funcional.
Sin embargo, faltan especialistas certificados para atender a ese sector de la población, debido a que en las instituciones educativas de nivel superior no hay programas de estudio enfocados en la materia, y considera que los maestros de educación especial son insuficientes, además de que les falta mayor capacitación para brindar una mejor atención a los a niños con alguna discapacidad.
La mayoría de los maestros de educación especial reciben breves cursos y talleres, pero si quieren acudir a diplomados o mayor capacitación de organismos reconocidos, tienen que pagar con sus recursos, por ello se frenan, ya que además “son mal pagados”.
Desde su punto de vista, existe una mala planeación de la Secretaría de Educación Pública (SEP), en cuanto a la Educación Especial, aunado a que son pocos los jóvenes que se interesan en cursar una licenciatura para atender a uno de los grupos en situación de vulnerabilidad, como los niños con discapacidad, por los bajos salarios, así como por la falta de interés de las autoridades.
Dijo que ante este panorama, no queda más que apoyar a las familias para que se empoderen, ya que cuando un menor es diagnosticado con espectro autista no es fácil asimilarlo, mucho menos aceptarlo, sin contar que el tratamiento es costoso en el sector privado.
Por ello, se sumó al trabajo de organizaciones, como Fundación Jorge Alann, al impartir un curso de capacitación a los psicólogos y terapeutas, para brindarles las herramientas necesarias, que les permita trabajar de forma integral con los niños y adolescentes, porque para una certificación se requiere de 2 años de preparación y una importante inversión.
Aseguró que diseñó el Modelo Denver, que permite a los menores ser funcionales y adquirir habilidades para socializar y acudir a la escuela de manera regular, sin mayores problemas, por ello considera importante que los profesionales que tienen contacto con los infantes se capaciten y conozcan más sobre el espectro autista, como los psicólogos, pedagogos, pediatras y docentes.
Si bien hay gente interesada en el tema, considera que muchos llegan por curiosidad y como el salario de los especialistas es bajo; no siguen su capacitación ni formación en el tema, y los que continúan saben que “es el maratón de su vida”, porque se tienen que actualizar constantemente.
En Quintana Roo, existen algunas organizaciones de la sociedad civil que trabajan con niños con espectro autista; sin embargo, no son suficientes, pues cada vez más familias requieren de orientación y apoyo para integrar a los menores a la comunidad, sin ser discriminados o señalados, ya que existe mucha confusión en el diagnóstico, hay niños que son catalogados como hiperactivos o con déficit de atención e hiperactividad.
En los últimos años las autoridades educativas y del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) estatal, hablan mucho de educación inclusiva, pero en la práctica, la educación especial es la más olvidada, en el estado no se cuenta con un Centro de Atención para Niños con Autismo del gobierno, además de que los Centros de Atención Múltiple (CAM) necesitan mucho apoyo para mejorar su infraestructura y equipamiento.
Además de que los docentes de Educación Especial aseguran que no se atiende sus necesidades por la autoridad educativa, que impulsan nuevos modelos de enseñanza, aunque no se cuenta con lo mínimo para ofrecer un servicio de calidad a los menores con alguna discapacidad.
Los mismos padres de familia han denunciado en varias ocasiones el abandono de las autoridades a la Educación Especial.
En días pasados, los tutores con hijos en la secundaria del CAM “Socorro de Lourdes Azueta Marzuca”, de la Región 92 de Cancún, interpusieron una queja ante la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Quintana Roo, contra la Secretaría de Educación de Quintana Roo (SEQ), ante la nula respuesta a su petición del cambio de instalaciones.
Debido a que más de 80 menores que cursan su educación secundaria están en condiciones poco óptimas en el lugar, no cuentan con instalaciones adaptadas a sus necesidades como los sanitarios, que están elaborados para menores de jardín de niños con quienes comparten el espacio.
(Angélica Pool/UNISYMÁS )

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