Cifras alarmantes son las que se tienen en el caso de las agresiones contra periodistas en el país, de las cuales el 90% se queda sin castigo, de acuerdo con la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
Según un análisis realizado por la dependencia, de 176 averiguaciones previas relacionadas con homicidios y desapariciones de periodistas, así como con atentados contra instalaciones de medios informativos, se pudo observar que sólo en 10% de ellas existe una sentencia condenatoria, y en el 90% restante los agravios quedaron sin castigo.
La impunidad propicia la continuidad de los ataques, pues los agresores al ver que no hay un castigo firme de parte de la autoridad, continúan ensañándose con los representantes de los medios, acallándolos, lastimando severamente la libertad de expresión.
He aquí algunos datos duros: en 2014, la CNDH tuvo conocimiento de 96 quejas; en 2015, 80; en 2016, 98, y en lo que va de 2017 ha recibido 77. De igual forma, el organismo documentó que los asesinatos de periodistas han ido en aumento desde el año 2000. Ese año se registraron cuatro homicidios de comunicadores; en 2006 y 2008 hubo 10, respectivamente; en 2009 y 2015 se registró un repunte con 12 cada año, y 2016 se convirtió en el periodo más letal, con 13 homicidios registrados. En lo que va de 2017 ya se han perpetrado diez homicidios de periodistas en todo el país.
De acuerdo con la Fiscalía para la Atención de Delitos Cometidos contra la Libertad de Expresión (FEADLE), en más de seis años -de julio de 2010 al 31 de diciembre de 2016- se registraron 798 denuncias por agresiones contra periodistas. De esas 798 denuncias, de las cuales 47 fueron por asesinato, la FEADLE informó que solo tiene registro de tres sentencias condenatorias: una, en el año 2012; y otras dos en 2016. O en otras cifras: el 99.7% de las agresiones no ha recibido una sentencia.
De acuerdo con la organización Article 19, 36 periodistas han sido asesinados en México en el sexenio del presidente Enrique Peña Nieto. Durante el primer semestre de 2017, cada 15.7 horas ha sido agredido un periodista. Los funcionarios públicos son los principales responsables de los ataques.
Esta indefensión en la que se encuentran los comunicadores hace de esta una de las profesiones más peligrosas de México y a nuestro país uno de los más peligrosos para ejercer la profesión en todo el mundo, comparado solamente con zonas de guerra como Irak o Siria.
