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20 abril, 2024

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La perversidad

La perversidad en la entidad ha llegado más allá del límite. El control de todo, de absolutamente todo, es la encomienda, es la ambición, y la opinión pública es utilizada, maniatada, manipulada y expuesta a caprichos, cueste lo que cueste.
Cartas falsas, entrevistas mentirosas y la difamación, la calumnia están a la orden en las redes sociales, en los medios locales y…hasta nacionales.
El acusado se ha quedado corto, muy corto. Hoy se paga por dar a conocer una entrevista en un penal muy lejano que nunca ocurrió, que es mentira, que nunca se dio y que se cacarea en medios de circulación nacional, a la orden del poderoso caballero.
Hoy se publican en las redes auto-halagos golpeando a un tal “Borges” y adulando a un bandido, pero lo peor de todo es que lo firman con el nombre de una persona honorable que nada tiene qué ver con ese escrito y que, por supuesto, desmintió. Pero que ahí quedó para quienes no leyeron la aclaración.
Hoy son producto de difamación, de golpeteo gente que ha tratado de acercarse, que ha osado levantar la mano y que, por ello, son producto de una campaña en su contra, de un estatequieto. Se trata de políticos de renombre a los que, como a los perros, los hicieron entender a periodicazos (Léase Achach y Mendicuti).
Pero sobre todo, hoy arremeten en púbico y tras bambalinas (con toda la perversidad) contra gobernantes que no se cuadran, que no se ponen a su merced.
No importan las mentiras, el objetivo es el desprestigio, es manipular a una población que todo se cree en redes sociales.
Esto ya da miedo a quienes pueden leer entrelíneas lo que está ocurriendo. Esto cada vez se pone peor, mucho peor. La sed de revancha, el resentimiento, el odio se ha apoderado de Quintana Roo.

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