Redacción / Grupo Cantón
Ciudad de Mexico,-Tigres y Cruz Azul protagonizaron un duelo sin brillo en el estadio Universitario, donde el objetivo principal pareció ser no perder.
En el primer capítulo de las semifinales de la Copa de Campeones de la Concacaf, ambos equipos firmaron un empate 1-1 que dejó más dudas que emociones.
A pesar de contar con plantillas repletas de talento, el espectáculo tardó en llegar. Los primeros minutos estuvieron marcados por la falta de ideas y dinamismo, lo que apagó rápidamente el entusiasmo generado por las altas expectativas del encuentro.
El primer tiempo se desarrolló con pocas llegadas a las porterías, lo que provocó la molestia del público local, expresada con abucheos al finalizar los 45 minutos iniciales.
No fue hasta la segunda mitad que el partido tomó un giro distinto.
Después de la charla en el vestidor, Cruz Azul mostró otra cara y se adueñó del ritmo del juego.
Aprovechando la pasividad de Tigres, que no logró imponer condiciones en su casa, los celestes se lanzaron al frente con mayor decisión.
El premio para la insistencia cementera llegó al minuto 67, cuando Carlos Rotondi sacó un disparo potente que terminó en el fondo de la red.
El gol no solo dio la ventaja momentánea a los visitantes, sino que además significó un valioso tanto como visitante pensando en la vuelta.
Ese golpe despertó finalmente a Tigres.
Con modificaciones desde el banquillo y un empuje renovado, el equipo local buscó el empate con insistencia.
Juan José Purata fue el encargado de equilibrar el marcador con un sólido cabezazo al minuto 84, tras un buen servicio desde la banda.
El cierre del encuentro fue intenso, con ambos equipos generando ocasiones que pudieron cambiar el rumbo del marcador.
Sin embargo, la igualdad se mantuvo, y todo se definirá en el Estadio Azul, donde Cruz Azul tendrá la ligera ventaja del gol fuera de casa.