Santiago Rodas
CANCÚN.- La presidenta del colectivo Madres Buscadoras de Quintana Roo, María Dolores Patrón Pat, expresó su alivio y satisfacción tras la sentencia emitida por la juez Gabriela Concepción Carrillo en el caso de su hija, Francisca Mariner Flores, desaparecida desde el 22 de junio de 2020.
El fallo, que condena a Ángel Conrado Salas a 50 años de prisión, marca un hito en la lucha contra la desaparición forzada en el estado.
En una emotiva conferencia, Patrón Pat destacó que esta es la primera sentencia en Quintana Roo por el delito de desaparición forzada por particulares.
A lo largo de su lucha, Patrón ha enfrentado la indiferencia y la negligencia de las autoridades, quienes en muchas ocasiones minimizan las denuncias de desaparición. “Al presentar la denuncia, me dijeron que mi hija iba a regresar en tres meses. Llevo cuatro años buscándola”, comentó.
La activista subrayó que su insistencia y la presión ejercida sobre las autoridades fueron claves para avanzar en la investigación.
A pesar de la sentencia, su lucha continúa. “No puedo decir que me siento alegre; tengo sentimientos encontrados.
Aún no encuentro a mi hija”, afirmó, añadiendo que su objetivo es conocer la verdad sobre el paradero de Francisca.
Patrón Pat hizo un llamado a la justicia, no solo por su hija, sino también por otros desaparecidos en la región. “Exijo a las autoridades que trabajen en las carpetas de investigación.
Muchos casos están conectados con el de mi hija y sufren la misma negligencia”, indicó.
La situación de seguridad para las Madres Buscadoras es crítica. Patrón expresó su preocupación por la seguridad de su familia y testigos. “Si algo me pasa, responsabilizo a la familia de Ángel Conrado y a sus cómplices. Exijo medidas de protección”, advirtió.
A pesar del dolor y la incertidumbre, Patrón Pat reafirmó su compromiso con la búsqueda de su hija y de otros desaparecidos, asegurando que no se detendrá hasta encontrar respuestas. “Mi lucha sigue porque, en la búsqueda de Francisca, hemos encontrado a otros desaparecidos. Espero poder brindar paz a sus familias también”, concluyó.
La sentencia representa un rayo de esperanza en medio de un contexto de violencia y desapariciones, subrayando la importancia de la perseverancia y la organización en la búsqueda de justicia.
Las Madres Buscadoras siguen siendo un símbolo de resistencia en Quintana Roo, demandando justicia y atención a un problema que afecta a miles en el país.