REDACCIÓN
Los delitos de trata y abuso sexual han proliferado en Quintana Roo, a pesar de la falta de dispositivos efectivos por parte de las autoridades de seguridad para combatirlos. Aunque el gobierno estatal se proclamó pionero en la lucha contra la trata de personas y recibió reconocimientos por ello, la colaboración con organizaciones internacionales como la OIT y la OIM no ha mostrado avances significativos.
Las autoridades gubernamentales han prometido convertir a Quintana Roo en un lugar seguro y dejar de ser un destino para depredadores sexuales. Sin embargo, a pesar de estar en alerta por violencia de género junto con otros estados, carecen de protocolos claros y específicos para abordar la violencia sexual, lo que lleva a muchas víctimas a no denunciar por falta de conocimiento sobre dónde acudir.
La trata de personas en sus diversas formas, incluida la explotación sexual y el trabajo forzoso, afecta gravemente al estado, como evidencian recientes operativos de rescate. Aunque se han realizado rescates significativos, como el de 10 mujeres en Chetumal y 18 en Solidaridad, la operación de bandas criminales parece extenderse por toda la entidad, desafiando los esfuerzos gubernamentales declarados.
Quintana Roo lidera a nivel nacional en casos de presuntas víctimas de trata por cada 100 mil habitantes, destacando la gravedad del problema. Además, los crímenes sexuales, con más de mil 500 denuncias entre enero y julio de este año, prevalecen principalmente en ciudades como Cancún, Playa del Carmen y Chetumal, revelando una situación alarmante que persiste a pesar de los esfuerzos y las alertas activadas.
