CHETUMAL.- Un vendedor de saborines murió alrededor de las 12:30 horas, las afueras de la escuela primaria “Andrés Quintana Roo en la capital del estado.
Al parecer tenía problemas de salud, pues informan que buscaba sus pastillas cuando empezó a sentirse mal y murió de un paro cardíaco.
El humilde ”saborinero” vendía saborines afuera de la escuela desde hace muchos años, Profesores, personal de apoyo y padres de familia trataron de reanimarlo pero ya no contaba con signos vitales.
