CANCÚN.- El paraíso de playas y fiesta de Cancún se tornó escenario de una escalofriante masacre en plena madrugada. Un ataque armado durante una fiesta privada desató el caos, dejando un saldo trágico de una persona muerta y dos heridas. La violencia irrumpió de manera brutal en un evento al que asistían alrededor de 120 jóvenes, quienes ahora son testigos de un sangriento episodio que manchó de rojo las primeras horas del domingo.
El tiroteo se registró en la región 313, en la calle Ébano, entre la prolongación La Luna y la calle Mañanitas, una zona conocida por su tranquilidad habitual. La emboscada fue llevada a cabo por un grupo de individuos armados que, con premeditación y ferocidad, alteraron la tranquilidad de la madrugada. Los testigos relataron momentos de pánico mientras los atacantes disparaban indiscriminadamente antes de escapar en la oscuridad.
Las autoridades municipales recibieron la alarma a través del 911, y tanto paramédicos como policías acudieron al lugar para brindar asistencia. Sin embargo, la intervención de los cuerpos de emergencia se vio complicada por las difíciles condiciones climáticas y la penumbra que reinaba en el área, lo que obstaculizó la captura de los agresores y la recolección de pruebas clave.
A pesar de los esfuerzos policiales, la búsqueda de los responsables continúa sin avances significativos.
La falta de detenidos y la escasez de información sobre los criminales mantiene en vilo a los testigos y habitantes locales, que teme que este ataque sea solo el comienzo de una ola de violencia en ese punto de la ciudad por un grupo delictivo que busca el control del sitio.
Las autoridades están comprometidas en intensificar las investigaciones para dar con los responsables y asegurar que los culpables enfrenten la justicia por este acto de barbarie.
