REDACCIÓN / GRUPO CANTÓN
Arlington, Texas – El AT&T Stadium, hogar de los Dallas Cowboys, fue el escenario de un esperado y controversial regreso al boxeo: Mike Tyson, a sus 58 años, volvió al ring tras 20 años de retiro para enfrentar al joven influencer convertido en boxeador Jake Paul, de 28 años. A pesar de la diferencia de edad y los 20 años de inactividad de Tyson, el combate terminó con un triunfo claro de Jake Paul, quien se llevó la victoria por decisión unánime, dejando a Tyson con una amarga derrota en lo que muchos pensaron sería un regreso triunfal.
Desde el inicio del combate, el enfrentamiento presentó una clara diferencia en ritmo y agilidad. En el primer round, Jake Paul optó por una estrategia conservadora, abrazando a Tyson para reducir la intensidad del intercambio, mientras que el veterano campeón mundial mostró destellos de su antigua calidad técnica, aunque su velocidad ya no era la misma. A lo largo de las siguientes rondas, Tyson, a pesar de algunos movimientos defensivos y combinaciones oportunas, no logró recuperar su antigua chispa, lo que permitió que Jake Paul tomara el control de la pelea.
En el segundo round, Tyson ofreció algunas buenas combinaciones ofensivas, pero su falta de agilidad y su lentitud al moverse fueron evidentes. Para el tercer round, Tyson comenzó a presionar, pero fue en ese momento cuando su falta de movilidad permitió que Paul conectara varios golpes efectivos, especialmente en el cuerpo del ex campeón.
A medida que la pelea avanzaba, Tyson parecía perder fuerza y rapidez, mientras que Jake Paul se mostraba más confiado, controlando la distancia con jabs precisos en el cuarto round. En la sexta ronda, el público comenzó a corear el nombre de Tyson, pero el ex campeón no pudo cumplir con las expectativas y sus intentos de atacar fueron fácilmente bloqueados por Paul.
El penúltimo round fue menos animado, con ambos peleadores mostrando poca acción: Jake Paul mantuvo su dominio con jabs, mientras que Tyson intentaba con algunas combinaciones que no lograron hacer daño. Finalmente, en el último round, Tyson buscó el golpe que podría haber cambiado el curso de la pelea, pero nunca logró conectar de forma efectiva, y Jake Paul continuó con su control hasta el campanazo final.
El resultado fue una victoria unánime para Jake Paul, quien no solo se llevó la victoria sobre un ícono del boxeo, sino que también rindió un homenaje a Tyson al final del combate, reconociendo su legado y carrera en el ring. Para Tyson, este regreso marcó el fin de su trayectoria profesional en el boxeo, ya que la pelea tuvo valor oficial y cuenta en los registros de ambos peleadores.
Este combate, que enfrentó a dos generaciones muy distintas dentro del boxeo, dejó claras las diferencias de nivel entre la leyenda de Tyson y la ambición de Jake Paul, quien sigue forjando su camino en el mundo del boxeo, aunque con el reconocimiento de que este triunfo frente a Tyson también estuvo marcado por la falta de ritmo competitivo de su rival.