Redacción / Grupo Cantón
Ciudad de México.— Brandon “El Perro” Mejía se proclamó campeón del peso pluma del WBC Boxing Grand Prix al vencer en la final al italiano Muhamet Qamili, consagrándose como el primer monarca de este torneo internacional y levantando el trofeo José Sulaimán – Flame of Hope.
Sin aspavientos ni celebraciones estridentes, el boxeador mexicano subió al ring, hizo su trabajo y salió con la mano en alto tras una pelea cerrada y exigente, marcada más por el carácter y la resistencia que por el lucimiento. Mejía fue el único representante mexicano que logró avanzar y sobrevivir en un cuadro conformado por más de 180 peleadores.
A lo largo del combate, el púgil mostró cabeza fría, buena lectura de pelea y solidez técnica, cualidades que suelen distinguir a los boxeadores con oficio y verdadera ambición. La final tuvo momentos de tensión y contacto constante, reflejo de la dificultad que presentó su rival.
“Me enfrenté a un rival muy resistente y complicado. La pelea se ensució en algunos momentos, pero salimos con la mano en alto”, declaró Mejía al término del combate. Sin adelantar planes, el campeón señaló: “No tengo un oponente inmediato en mente a futuro, solo sé que es un gran honor y un tremendo orgullo ser el primer campeón de este Gran Premio”.
Con esta victoria, Brandon Mejía mantiene su paso perfecto en el profesionalismo y deja su récord en 13 triunfos sin derrota, 10 de ellos por nocaut, una cifra que respalda su crecimiento dentro del boxeo.
Originario de Nicolás Romero, Mejía representa a un peleador forjado desde la adversidad, consciente del valor de la disciplina y la constancia. Este triunfo no solo consolida su carrera, sino que confirma la irrupción de un boxeador que entiende el ring desde la resistencia, el orden y la dignidad.